¿Qué dicen los dibujos de tus hijos sobre su inteligencia?

¿Se puede saber qué tan inteligente puede llegar a ser un niño con tan sólo mirar sus dibujos? Un reciente estudio de la universidad King’s College London publicado en Psychological Science asegura que sí.

No es ninguna novedad que hay un poderoso vínculo entre los dibujos de los niños y sus emociones y vivencias personales. No por nada el arte es una forma de expresar nuestros más profundos deseos y sentimientos, algo que se presenta desde muy temprana edad.

Dibujar es un comportamiento antiguo, que data de hace 15.000 años. A través de los dibujos les mostramos a los demás qué es lo que hay en nuestra mente. Esta capacidad para reproducir figuras es una habilidad única del ser humano y una señal de nuestra habilidad cognitiva.

Sin embargo, los investigadores de esta universidad pública londinense decidieron ir por más y estudiar el complejo universo que hay detrás de las figuras que dibujan los infantes para determinar qué tan inteligente pueden ser en el futuro.

Podemos ir adelantando que el estudio llega a la conclusión que el dibujo de un niño de 4 años es un indicador de la inteligencia que tendrá a los 14 años. Para llegar a este veredicto, los investigadores estudiaron a 7.752 pares de gemelos y mellizos, es decir, un total de 15.504 niños.

El objetivo fue encontrar una relación causa-efecto entre los dibujos y la inteligencia diez años más tarde.

 

El poder de los genes

Los niños de 4 años, acompañados por sus padres, deberían dibujar la figura de un niño. Cada figura era puntuada del 0 al 12 dependiendo de la presencia y cantidad correcta de características como la cabeza, la nariz, los ojos, la boca, las orejas, el pelo, los brazos, etc.

Así por ejemplo, un dibujo con dos piernas, dos brazos, una cabeza y un cuerpo pero sin rasgos faciales, se puntúa con un 4. Los investigadores hallaron que las mayores calificaciones del test estaban moderadamente asociadas con mayores niveles de inteligencia a los 4 y 14 años.

Rosalin Arden, responsable de esta investigación, asegura que los padres no deben preocuparse si sus hijos dibujan bien o mal, el verdadero interés radica en las diferentes características que se pueden incorporar en un gráfico. Aún así, también hay que considerar otros factores genéticos y medioambientales que necesariamente afectan a la inteligencia a lo largo del tiempo.

Los investigadores también midieron el componente hereditario de los dibujos. Los gemelos comparten todos sus genes, mientras que los mellizos solo la mitad, pero cada par tiene la misma educación, ambiente familiar y accede a los mismos materiales.

 

Cómo dibujan los niños

Mientras que los dibujos de los gemelos son más parecidos entre sí, los dibujos de los mellizos presentan importantes diferencias. Por tanto, los investigadores concluyeron que las diferencias en los dibujos de los niños tienen una relación directa con los genes.

Esto no quiere decir que haya un “gen del dibujo”, por el contrario, la habilidad de un menor para dibujar deviene de otras habilidades complementarias como la observación, la atención, la capacidad para sostener un lápiz, y mucho más.

En resumen, todavía estamos lejos de comprender cómo llegan los genes a influir en los comportamientos, pero podemos tomar algunos indicadores como los dibujos de los niños para llevar un seguimiento paulatino de su desarrollo cognitivo.

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