Falsos mitos de la alimentación

Falsos mitos de la alimentación

Falsos mitos de la alimentación

Falsos mitos de la alimentación. Salud y bienestar.

 

Actualmente existe una conciencia mayor por mantenerse saludable, pero esa misma razón ha hecho que se vuelvan verdades indiscutibles algunos mitos de la alimentación que es importante desterrar para comer sano sin errores.

Se dice que el desayuno es la comida más importante del día, y si bien es cierto que es un malísimo hábito salir de casa por la mañana con el estómago vacío, el almuerzo o la cena no son menos importantes, es necesario comer saludablemente en cada comida y con variedad de nutrientes. El cuerpo absorbe los nutrientes indistintamente de la hora a la que los tomes.

Se cree que el pan engorda, y si bien es cierto que es uno de los alimentos más ricos en hidratos de carbono, éstos son nutrientes fundamentales en cualquier dieta, y sólo es un problema si nos excedemos. Por lo general, son más calóricos los acompañamientos: salsas, mantequillas, embutidos, dulces. Pero si consumimos unas pocas tostadas en el desayuno o merienda con queso magro o mermelada de frutas en baja caloría, incluso con un poco de miel si queremos comer alimentos naturales, el pan no será un problema. Sí conviene desterrar la panera de la mesa como acompañamiento de las comidas.

Se dice que tomar agua antes de comer ayuda a adelgazar. El agua nunca aporta calorías, por lo que da igual si la tomamos antes, durante o después de las comidas, es importante hidratarnos todos los días. Si nos llenamos el estómago de agua, tendremos hambre al cabo de minutos. Mejor lograr la saciedad combinando alimentos sanos y de pocas calorías pero nutritivos como proteínas magras o verduras.

Se dice que las frutas engordan más si se las consume de postre, es decir, inmediatamente después de comer. Lo cierto es que las frutas aportan las mismas calorías independientemente de la hora a la que las tomes. Y si es un buen complemento de tu comida, bienvenido sea. Su alto contenido y variedad de nutrientes resultan muy provechosos.

Los productos integrales no engordan menos. Se diferencian de los refinados en que poseen mayor contenido de fibra y minerales, pero su valor energético es el mismo. Son mucho más sanos y sí, logran darnos mayor sensación de saciedad.

Por herencia de la dieta disociada, popular en los 80’, muchas personas evitan mezclar proteínas con hidratos de carbono. Pero resulta que no tiene ningún sentido separar los alimentos. Continuamente estamos mezclando nutrientes y no supone problema alguno para la salud.

Siempre se dijo que los zumos cítricos pierden vitaminas si se deja pasar mucho tiempo desde que se los exprime. Lo cierto es que los nutrientes no se diluyen, aunque nada como un zumo recién hecho.

El huevo ha sido demonizado como un alimento que eleva mucho el colesterol. Pero hay que aclarar que ningún alimento es bueno o malo por la cantidad de colesterol que aporta, y que los huevos también tienen otros nutrientes necesarios como proteínas, vitaminas o minerales, por lo que no hay que eliminarlos completamente de la dieta. Son muy sanos y aportan nutrientes de gran calidad, y de hecho se ha descubierto que no pueden aumentar significativamente el colesterol en sangre. Como todo, debe moderarse su consumo pero jamás eliminarse.

El aguacate, los frutos secos o las aceitunas, tienen grasas aunque sabemos que son sanas, lo que no quiere decir que no engorden ni debamos moderar su consumo. De hecho, aportan la misma cantidad de kilocalorías que las grasas animales. La diferencia está en que son insaturadas y muy beneficiosas para la salud, excepto las grasas de coco o palma, que son saturadas.

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