La nutrición es mucho más complicada de lo que parece. No todo es tan simple como calcular la diferencia entre las calorías que entran respecto de las que salen. A menudo los clientes ven que no están recibiendo los resultados que esperan porque no comen lo suficiente, o el tiempo y / o el equilibrio de sus comidas no está en línea con las necesidades óptimas de su cuerpo particular.
Otros están comiendo saludablemente, pero están tomando (sin saberlo) más de lo que necesitan para llegar a (y quedarse en) un peso saludable. Después de la evaluación de tu rutina de alimentación, un nutricionista o dietista experimentado probablemente sabrán de inmediato lo que te está impidiendo alcanzar tus metas, y puede guiarte en la dirección correcta.
En términos de estrategia, se habla con los clientes para determinar qué es lo mejor. Algunos quieren un plan estructurado, con planes personalizados de comidas, recetas y listas de la compra. Otros lo hacen mejor con objetivos simples y concretos para trabajar, como hacer cambios específicos a sus comidas habituales, o modificar su horario para las comidas. Ser claro acerca de lo que sientes para ti mismo es clave: si no respondes bien a la estructura, un plan de alimentación estructurado no va a funcionar.
El seguimiento es crítico
En la práctica, si la pérdida de peso es la meta, el nutricionista necesita preguntarle a los clientes para que se comprometan a trabajar juntos por un mínimo de un mes. Para algunos, un seguimiento implican revisiones semanales, mientras que para otros se organiaz un diario de alimentos todos los días durante 30 días. Tu nutricionista o dietista necesita asegurarse de que la estrategia que han convenido es la correcta para tu persona.
Los seguimientos son también una oportunidad de hacer preguntas, a prepararse para situaciones difíciles, aprender sobre nuevas herramientas, recursos o productos, y sentirse apoyado. Una visita de una sola vez no puede ofrecer todo lo que necesitas para tener éxito.
Las sesiones pueden no tener lugar en una oficina
Muchos nutricionistas y dietistas trabajan en una oficina, pero la nueva norma también implica situaciones de la vida real. A menudo pueden suceder que tu nutricionista se encuentre con clientes en sus hogares, por que pueden pasar a través de su heladera y armarios, y hablar de lo que comen y dónde lo comen.
También pueden organizarse viajes gastronómicos, de modo que el nutricionista pueda caminar por los pasillos juntos y discutir productos con docenas de ejemplos a nuestro alcance.
A veces se envían un mensaje de texto o una foto desde el supermercado o un restaurante con una pregunta, o de una reunión para preguntar qué sería mejor. No todos los nutricionista o dietistas pueden estar abiertos a este tipo de comunicación, pero si es eso lo que estás buscando, asegúrate de dejarlo claro antes de empezar a trabajar juntos.
Va más allá de la comida
Los conocimientos en psicología, salud pública y otras ciencias a fín son más que deseados. Ya que ésto le inyecta al nutricionista, como profesional, un énfasis en cómo las familias y las comunidades influyen en la capacidad de tomar decisiones saludables. Por supuesto que no son terapeutas, pero a menudo pueden encontrarse hablando con clientes acerca de los problemas relacionados con la alimentación que van más allá de la nutrición.
Las credenciales son clave
La educación de un nutricionista implica cursos extensos en la ciencia de la nutrición, como la biología, la química, la bioquímica, la anatomía y la fisiología, la ciencia de los alimentos, el metabolismo, los cursos de vitaminas y minerales, la nutrición a través del ciclo de vida, y la terapia de nutrición médica, que implica la prevención nutricional y el tratamiento especializado de todo, desde los trastornos digestivos, enfermedades del corazón, cáncer, diabetes y otras condiciones de salud. En otras palabras, es una formación completa y estandarizada sobre cómo funciona el cuerpo humano y la comprensión de la ciencia de la nutrición.
Puede o no ser cubierto por tu seguro
Algunos nutricionistas y dietistas se configuran con los proveedores en virtud de diversos planes, como lo hacen los fisioterapistas o los profesionales de la salud mental. Y en algunos casos, tu compañía de seguros puede reembolsarte después de que usted has pagado de tu bolsillo, pero puede haber un límite o estipulaciones (como los médicos de referencia). Si estás buscando cobertura, consulta con tu seguro y pregunta acerca de las opciones que están habilitadas por el mismo. Si no estás cubierto, considera el costo cuidadosamente.
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