Y al fin la secuela!: Star Wars VII, El Despertar de la Fuerza

Star Wars VII, El Despertar de la Fuerza. Espectáculos.

 

Luego de meses de espera y de toda una estructura, por parte de los productores de Star Wars, que brindaba a sus fans detalles de todo lo relativo al nuevo filme de la saga, llegó el tan esperado estreno.

Con efusivas muestras por parte de los fans de la saga que acudieron personificando a sus ídolos, el estreno de Star Wars VII se dió en todo el mundo. Emotivo desde las previas hileras de fans a la espera de la apertura de taquilla, hasta la salida de los primeros espectadores del tan esperado filme.

Todo un suceso significó la llegada de Star Wars VII a los cines de todas las latitudes. Emociona, al comenzar el filme, el típico comienzo con las letras que recorren la pantalla y la melodía característica de la saga. Se podía oír las ovaciones de los fans en la sala cine.

Y, a cada paso, el nuevo relato que completa esta historia de culto nos va dando muestras de un cambio. De esta manera, se presentan nuevos protagonistas, por otra parte, de a poco vemos aparecer en pantalla a los legendarios personajes que dieron lugar a esta “historia sin fin”.

Una especie de suspiro con aire de ternura se escuchó en el auditorio cuando Han Solo junto a su inseparable amigo Chewbacca aparecieron en el filme. El reencuentro de Han y Leia fue otro momento que generó distintas expresiones entre los espectadores.

Un momento inesperado en el filme, que hace pensar y nos recuerda que en definitiva el cine es un negocio…, es cuando Han Solo encuentra un fatal destino en brazos de su primogénito. Realmente, ¿qué necesidad de sacar de la historia al legendario Han? . Serán cuestiones de presupuesto o Harrison Ford se retira de la actuación.

Siguiendo con el relato, presenta un encadenado entre los personajes originales y la nueva generación que de algún modo terminará tomando la posta. Los nuevos personajes de la historia son de una naturaleza íntegra que motiva, aventureros, fuertes y dispuestos a todo.

Y, como es usual en los filmes de la saga, el humor no falta. Se hace presente aún en momentos dramáticos. Las risas brotan fácilmente motivadas por el humor típico presente en estos filmes. Muy acertado es el ritmo que el director consigue en esta última parte de la saga, encontramos mayor dinamismo en comparación con los filmes anteriores. Asimismo, técnicamente se presentan tomas algo más jugadas, lo que enriquece al filme desde lo cinematográfico.

Y el final, aunque no extenso y sin palabras, profundamente dramático. Vemos en escena a Luke y a Rey, aquí el director se luce con un exquisito movimiento de cámara que nos hace girar en torno a ellos. No sólo desde lo físico sino también desde lo interno, tan perfecta como artística es esa excelente toma.

Más allá de lo que podamos suponer, la escena está tan bien lograda, que nos queda motivado al máximo el deseo de saber lo que viene, que palabras se pronunciarán y cómo seguirá esta historia. De algo indescifrable quizá es la impresión que nos deja ese encuentro final, pero inquietante.