Se busca construir una torre en los Alpes

El empresario suizo Remo Stoffel presentó esta semana en Zúrich un polémico proyecto arquitectónico para construir en el corazón de los Alpes suizos un rascacielos de 380 metros que, de ser aprobado, modificará para siempre el idílico paisaje de las majestuosas montañas de la región de Surselva, en el cantón de Grisons.

Tras el anuncio, Remo Stoffel, un joven empresario de 37 años, se ha convertido en el personaje más controvertido del cantón de Grisons. Su proyecto de modernizar las anticuadas termas de Vals, construidas en 1960 y adquiridas por él en 2012, con una torre de casi cuatrocientos metros de altura ha desatado numerosas críticas en este país alpino.

La altura del rascacielos superaría con creces la del inmueble londinense Shard, que con 310 metros de altura ostenta actualmente el título de edificio más alto de Europa. La colosal torre de Stoffel albergaría un hotel de lujo, destinado principalmente a una clientela asiática y de Oriente próximo, con un centenar de suites cuyos precios serían de entre 1.000 y 25.000 francos suizos, unos 943 y 23.564 euros.

Si la idea se concretara, la ejecución de este espectacular proyecto sería confiada a Thom Mayne, un arquitecto norteamericano galardonado con el premio Pritzker, el Nobel de los arquitectos, que ya ha firmado grandiosos proyectos de arquitectura durante los últimos años, principalmente en Estados Unidos.

Por su parte, Stoffel no entiende el porqué de esta polémica y frente a las críticas lanzadas por algunos arquitectos suizos, que lo califican de inversor poco fiable, se defiende respondiendo que los comentarios negativos de los que está siendo víctima son producto de la frustración de expertos en arquitectura que «nunca han querido ni dirigirme la palabra».

Además, explicó el inversor a la prensa helvética, la imagen del edificio publicada en la prensa suiza, que representaba a un edificio formado por una imponente superposición de bloques, no se corresponde con la realidad. «Mi edificio será mucho más bonito y ligero, con una estructura que permitirá que las nubes se reflejen en su superficie, dejando ver solamente al hombre y la naturaleza», explicó Stoffel a los periodistas.

será mucho más bonito y ligero
será mucho más bonito y ligero

Según el inversor, sólo un proyecto «sexy» como el suyo podría salvar al turismo suizo de la decadencia a la que estará condenado inexorablemente si no consigue poner en marcha proyectos ambiciosos destinados a una clientela cada vez más exigente respecto a la calidad de la oferta hotelera.

Para que el proyecto se haga realidad habrá que adaptar la reglamentación urbanística de la zona de Vals y obtener también la aprobación de la municipalidad y de las autoridades federales, ya que la construcción de este ostentoso edificio tendría consecuencias irreversibles en el medio ambiente de la zona. Las cifras desveladas por el momento evalúan su coste en unos 200 millones de francos suizos, unos 189 millones de euros.

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