Como ya hemos visto, la terapia artística consiste en utilizar el arte para estimular la sanación de diversas enfermedades. Las sensaciones que experimentan las personas que sufren de enfermedades como, por ejemplo, el cáncer, son difíciles de reflejar en palabras. Por esta razón, esta terapia puede ayudar a sacar esos sentimientos, expresarlos mejor y permitir que los seres queridos del entorno de la persona en cuestión comprendan mejor este momento especial por el que puede estar pasando.
De hecho, quienes realicen la terapia pueden sorprenderse a sí mismos exteriorizando emociones que ni sabían que tenían guardadas en su interior. Algunos científicos dicen que las emociones se sienten primero en imágenes y luego se traducen a palabras. Más motivo aún para terminar de analizar la terapia artística.
¿Qué es la terapia artística? (Parte II)
¿En qué consiste una sesión?
¿Estás por comenzar a realizar este tipo de terapia y te gustaría saber de qué se trata? Pintar o dibujar para promover la sanación es diferente a crear una obra de arte que será presentada en una galería; el foco en una sesión de terapia artística es la persona que la lleva a cabo, no su obra.
El objetivo es que puedas expresar y entender lo que sientes para reducir el estrés o la angustia a la que estás (o podrías estar) expuesto. No existe una única técnica. Debes utilizar las herramientas y el estilo que te haga sentir más cómodo.
A partir de varios estudios que se han realizado sobre la terapia artística, se ha descubierto que los paisajes son un tema común en las personas que sufrían de cáncer o alguna enfermedad terminal. Pero tal vez prefieras las figuras abstractas o pintar con los dedos. Todos somos distintos.
Para tomar la iniciativa, busca un lugar cómodo en tu casa. A algunas personas les gusta escuchar música mientras pintan, y otras prefieren el silencio. No hace falta planear o saber por anticipado qué vas a pintar. Solo comienza y déjate llevar. Esa es la parte más interesante de la terapia artística.
¿Cómo cura el arte?
No se sabe con exactitud cómo el arte ayuda en la sanación. Lo que sí es cierto es que ofrece un espacio para estar en paz y relajado, un momento de tranquilidad para hacer lo que desees. Muchos descubren que dedicarle un tiempo a la pintura los ayuda a cambiar la actitud. Si estas desanimado, puede darte la motivación necesaria para seguir con tu tratamiento o simplemente encontrar un momento de paz.
Los científicos que se han encargado de estudiar la terapia artística han descubierto que pintar cambia los patrones de las ondas cerebrales. También puede alterar hormonas y neurotransmisores. Se ha demostrado que pintar altera la percepción del dolor, lo que a su vez puede cambiar la visión sobre el mundo. En definitiva, es otra de las cualidades del arte que, volcados en esta faceta presentada, ayuda al mundo a liberarse y vivir la vida con sensaciones positivas, y hasta catárticas.
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