Por qué procrastinamos y cómo vencer este hábito

Por qué procrastinamos y cómo vencer este hábito

Por qué procrastinamos y cómo vencer este hábito

Por qué procrastinamos. Ocio y costumbres.

¿Tienes problemas para llevar a cabo tus deberes? ¿Te encuentras a ti mismo diciendo con frecuencia “me encargaré de eso mañana”? No eres el único. ¿Por qué será que preferimos dejar para mañana lo que podemos hacer hoy?

Muchas personas tienen la misma rutina: escriben una lista de cosas que deben hacer con la intención de tener todo tachado al final del día. En general, realizan lo más sencillo primero y lo eliminan de la lista con un gran sentimiento de realización, dejando lo más complejo y desafiante para el día siguiente o “después”. Cuando se dan cuenta, han pasado dos semanas y la lista se ha agrandado enormemente.

La gente posterga todo tipo de cosas. Muchas veces nos encontramos evitando tareas porque son tediosas, desagradables, consumen mucho tiempo o son negativas en algún aspecto. La ciencia que estudia el comportamiento da algunas respuestas a por qué las personas procrastinamos y además ofrece algunas pistas para aprender a superar este mal hábito.

Son las consecuencias que tienen nuestros actos las que determinan si haremos algo de nuevo en el futuro o no. Si obtuviste un resultado negativo como consecuencia de algo que hiciste, es probable que no repitas ese comportamiento en el futuro. Por lo contrario, si existen consecuencias positivas, tenderás a repetir ese comportamiento.

Por qué procrastinamos
Por qué procrastinamos

Según el estudio del comportamiento mencionado, las consecuencias pueden ser positivas o negativas, inmediatas o futuras y ciertas o inciertas. Las consecuencias que más influyen en nosotros son las “positivas/inmediatas/ciertas” y las “negativas/inmediatas/ciertas”. En esta era de la satisfacción instantánea, la procrastinación se ha acentuado. Muchas cosas compiten por nuestra atención y las que consiguen obtenerla son las que nos otorgan consecuencia “positivas/inmediatas/ciertas”, debido a que son las que más nos gratifican.

Los estudiantes de la universidad abren Facebook en lugar de comenzar con el trabajo de 20 páginas que se les ha asignado, los niños pasan horas y horas atrapados en los videojuegos en lugar de limpiar sus dormitorios y los empleados de oficina eligen mirar televisión en vez de salir a ejercitarse por las noches como planeaban, y sobran muchos más ejemplos. Aquí es cuando pasamos a la cuestión de cómo resolver esto.

Procastinación
Procastinación

Siempre es tentador tomar la fruta que está más al alcance, pero esta práctica muy común puede modificarse. Existe una manera de manejar las listas de las cosas que nos proponemos realizar: comienza por escribir todo lo que tienes pendiente. Luego ordena estos elementos desde lo más placentero a lo más tedioso. Ahora viene la parte difícil… ¡empieza desde abajo! Si logras terminar la mitad más difícil de la lista primero, el resto fluirá fácilmente.

También se recomienda hacer algo como recompensa cada vez que se finaliza un aspecto tedioso de la lista. La clave siempre es el autocontrol. Cambiar hábitos es algo complicado, sin duda, así que empieza de a poco y busca alguna manera de recompensarte cuando notes los cambios en la manera que tienes de encarar tus deberes y proyectos.

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