Con el objetivo de satisfacer la curiosidad de muchos padres, el centro madrileño Microforum ha puesto en marcha el desarrollo del primer taller de programación infantil. ¿Puede un niño llevar estudios avanzados de programación?
Uno podría pensar que la programación y la codificación de lenguajes avanzados en un área exclusiva de los profesionales con gran destreza en tecnología. Sin embargo, resulta que niños de seis años en adelante son capaces de manejar un discurso tan complicado como son los códigos que componen la estructura de una serie de aplicaciones dispositivos manipulables y gadgets electrónicos.
Al igual que lo que sucede con el aprendizaje de nuevos idiomas, una creencia popular sostiene que no se debe dejar pasar mucho tiempo para que los niños realicen sus primeros pasos en el mundo de la informática. Por esta razón, no es extraño que los cursos de programación alberguen en sus pupitres a alumnos cada vez más jóvenes.
Prueba de ello han sido los cursos que el famoso centro madrileño Microforum ha dictado el mes pasado para niños de temprana edad escolar.
Entérate de qué es lo que aprenden los estudiantes de estos cursos en este detallado informe.
Microforum: el primer taller de programación infantil (Parte I)
Aprendiendo a Programar
El proyecto Microforum nació cuando su director, Antolín García, deseaba satisfacer el deseo de sus hijos de iniciarse en el mundo de la tecnología. La falta de ofertas en el mercado logró que su pequeño pasatiempo se transformara en una empresa familiar que hoy cuenta con el conjunto de profesionales de la informática ConMásFuturo.
Este equipo es el encargado de impartir conocimientos de robótica y modelado en 3D a los pequeños de seis años en adelante.
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Tecnología y programación para niños
Desde hace dos años, este centro español brinda cursos excepcionales que van desde la construcción de drones hasta la programación de sistemas de puntuación para rifles con mira láser. La fabricación de cohetes, por su parte, no deja de ser el gran atractivo de los niños desde hace ya varias generaciones.
Esta es una buena manera de hacer llegar este tipo de tecnologías a los sorprendidos padres de los alumnos. Sin embargo, lo que resulta más curioso para ellos es la velocidad con la que estas actividades se convierten en fanatismo, al punto de ocupar varias horas de la ociosidad de sus hijos.
De esta manera, estos cursos nos enseñan la importancia de desarrollar la inteligencia mediante la creación de nuevas tecnologías sin abandonar la diversión que caracteriza a la niñez. No sería de extrañar que el número de vacantes se multiplique en un futuro cercano.
En la próxima entrega haremos un repaso por la influencia que suponen los videojuegos en la estimulación temprana de niños para adentrarse en el mundo de la programación, además de otras importantes iniciativas que ponen al descubierto el enorme potencial de menores en la tecnología.
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