Los videojuegos como herramientas educativas

En épocas anteriores se consideraba al videojuego como un simple modo de entretenimiento, una distracción  y una manera de pasar el tiempo. Con el correr de los años, el videojuego ha comenzado a ganar terreno.

Considerando que los videojuegos son una forma de comunicación y que por lo tanto responden a tres fines: entretenimiento, información y persuasión, durante mucho tiempo la función de entretenimiento ha ocultado a las otras que permanecieron ocultas. Sin embargo, a medida que evolucionaron y se consolidaron fueron desarrollando todo su potencial. En los últimos años el desarrollo y evolución de los videojuegos ha potenciado sus usos informativos y también persuasivos.

Esto ha llevado a que sean mejor vistos por la sociedad en general, a que adquieran legitimación social. Por un lado, esto responde a que la industria audiovisual que interviene en su creación y desarrollo está en pleno crecimiento. Por otro lado, se ha convertido en una industria cultural consolidada que genera una respuesta social.

La consideración de los videojuegos como herramientas educativas tiene numerosos argumentos a su favor: Scot Osterweil, director del programa de Estudios Mediáticos del MIT, en una visita a la ciudad de Medellín, Colombia, sostuvo que el juego en sí es imprescindible a la hora de aprender, es la manera de adquirir habilidades básicas para la vida. Defendió en este sentido el uso del videojuego con fines educativos señalando “no están planteados para reemplazar a un profesor, sino que sirven como herramientas para plantear temas complejos.”

Como ejemplos, se realizó un estudio con dos grupos de niños en una escuela secundaria de Boston. A uno de ellos se les dio una clase magistral sobre finanzas. El resultado de la misma fue que se aburrieron, no prestaron atención ni hicieron preguntas. Al segundo grupo  se les dio un videojuego con la misma temática, después se les dictó la clase. Al finalizar hicieron preguntas y demostraron interés.

Según Osterwell la razón por la que los videojuegos potencian la capacidad de aprendizaje, es que el juego tiene cuatro libertades:

  • De experimentar
  • De equivocarse
  • De elegir una identidad (como en los juegos de rol)
  • De esforzarse por terminar el juego o no

Se concluye así que estas libertades son las mismas del aprendizaje, pero no se corresponden con las de la escuela tradicional, allí no se puede fallar, no se puede experimentar, no puedes cambiar de identidad ni dejar de esforzarte.

Aunque sigue siendo un tema controvertido actualmente, se ha comprobado que ciertos videojuegos son un estímulo para  crear ambientes colaborativos, de competición sana y estrategia.

Su éxito es innegable entre los niños y jóvenes,; por lo tanto deberían aprovecharse como actividad  educativa, ya que atraen y mantienen intensamente el interés de quienes los usan. Es más junto a las demás tecnologías, están proporcionando nuevas  herramientas y maneras de aprender que pone en discusión todo el sistema educativo hasta ahora construido.

En este sentido, los videojuegos parecen tener un papel muy importante, convirtiéndose en herramientas valiosas para transmitir nuevas habilidades a los jóvenes, que tal vez son las que necesitan para desenvolverse social y laboralmente en entornos cambiantes y digitales.

Sea el primero en comentar

Deje un comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*