La verdad sobre el desarrollo global

La verdad sobre el desarrollo global

Los desarrollados y su lado oscuro

Bajo un elaborado programa cultural, social y especialmente económico, la humanidad ha avanzado por un sinuoso camino hacia el tan mentado progreso. Con enormes economías abriendo el camino, los países miran con admiración a los grandes favoritos en la gran carrera hacia el desarrollo.

¿Pero de qué se trata en realidad este concepto: desarrollo? La definición aceptada está enlazada con una idea no muy precisa sobre el acceso a servicios vitales, comunicación, sistemas de educación, un nivel de confort aceptable (que jamás es suficiente) y una idea de bienestar basada en un antiguo precepto: “Tener más es estar mejor”.

Sin embargo, esta idea no es coherente con un concepto nuevo que se viene sembrando desde algunas décadas atrás, según el cual el bienestar se mediría por el nivel de equilibrio que se logra al desarrollar una economía, al generar proyectos políticos para la vida del hombre en este planeta.

Estar bien es en realidad, estar en armonía, percibir el mundo como un hogar del cual somos solamente un organismo más. El dominio y el abuso que éste implica, resultaron ser fallas en la interpretación, y por ende, se perdió el rumbo.

El hacinamiento, la creencia de que un mejor futuro nos espera en las grandes ciudades, la pobreza y falta de respeto a la individualidad. La masificación laboral, la disgregación social; todas enfermedades propias de esta especie de gran organismo global que es hoy la humanidad.

Se pierde de vista la razón por la cual comenzamos a transitar el camino, porque ciertamente, el objetivo no pudo ser el dolor, la delincuencia, el hambre, la explotación sexual o el genocidio. Los primeros grupos humanos, se organizaban para asegurar la supervivencia, para formar familias y convivir en paz, disfrutando de los bienes que la tierra les ofrecía.
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o importa en verdad si fue la ambición de unos pocos, la necesidad de control de otros, o la necedad que caracteriza a nuestra especie. Lo importante es que hoy estamos aquí, en este punto clave en que una gran conciencia comienza a despertar…

 

Los subdesarrollados y su esencia

Del otro lado del gran muro, se encuentran dos grandes grupos, los países “en vías de desarrollo”, quienes responden al estereotipo de los grandes imperios, buscando ese objetivo como el gran sueño. Construyendo una gran estructura cultural que soporte el peso del deseado desarrollo, aun cuando sus economías no estén preparadas para ello y a costa de sus propios ciudadanos.

El último de los grupos, fuera de carrera, está formado por los desplazados, pequeños países donde la vida primitiva todavía ocupa el lugar primordial. Son ellos quienes, tal vez, guarden el secreto del verdadero bienestar. Personas conviviendo en equilibrio con otras especies, dejando una mínima huella en la naturaleza.

Un gran movimiento se ha generado, incluso en países desarrollados con excelentes economías, países que parecen estar volviendo sobre sus pasos, hacia una organización con nuevos valores. La energía sustentable, la atención a las necesidades individuales sin desatender al entorno natural.

Así se recuperan viejos puentes, se utiliza el viento y el sol, se crean pequeñas escuelas, sustituyendo a las inmensas instituciones, en las que se da relevancia a las preferencias individuales sobre las necesidades colectivas.

La magia está comenzando, lo que se admiraba hoy se aborrece, la locura de consumir sin sentido, ya comienza a dar vergüenza. Tal vez seamos testigos del gran despertar del hombre que parece haber estado adormecido por el canto de las sirenas del progreso, que lo llevaron a un callejón. Por suerte, no es un callejón sin salida, y la puerta ya está entreabierta.

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