La educación medioambiental representa un enorme desafío propio de la actualidad y busca de manera pedagógica formar seres humanos comprometidos con el medio que habitan. Los valores a los que debe suscribir un estudiante dispuesto a cuidar el medio ambiente siempre tenderán a fortalecer el lazo que une a todo ser humano con el planeta tierra, elevando así la conciencia de la persona en tanto y en cuanto la misma se transforme en conciencia ambiental. Niños, jóvenes y en un futuro adultos comprometidos con el medio ambiente, ese es el desafío y ahí radica la importancia de la educación medioambiental.
Educación medioambiental para niños: rescatamos aquí su importancia
La educación medioambiental representa como dijimos, un enorme desafío propio de nuestra era. Ocurre que en la actualidad el ser humano ha optado por desarrollar actividades diversas que, bajo el manto del sistema productivo capitalista, ponen en riesgo la vida misma de todos nosotros en tanto peligra la conservación de la especie. En ese plano –si se quiere alarmante- la educación medioambiental será la encargada e promover conocimientos e instaurar valores tendientes a generar una actitud positiva del ser humano para con el planeta tierra, priorizando actividades de prevención y solución de problemas propios del medio en que vivimos.
Por lo dicho, se deduce que la presente instancia de formación se debe dar en el marco de políticas de estado tendientes a incluir la problemática del medio ambiente en el centro de la escena educativa. La escuela como institución social, es un elemento a considerar en función de establecer instancias de aprendizaje que ayuden en la labor, a saber, la de cuidar nuestro medio ambiente y ejercer un compromiso para con él en relación a las actividades que se realizan.
La potencialidad de las ciencias naturales
En relación a la problemática que nos ocupa, las ciencias naturales cumplen un rol fundamental en la percepción que pueda alcanzar un alumno respecto de la salud del medio ambiente. Las ciencias naturales tienen una potencialidad suprema para promover un conocimiento científico del mundo y si esa potencialidad es explotada en relación al cuidado del medio ambiente, se promoverán también valores tendientes a la gestación de una verdadera cultural ambiental.
En ese marco es preciso comprender que no alcanza con conocer el mundo sin entender la necesidad de cuidarlo, ya que esta actitud propondría un conocimiento basado en la ignorancia de la relación que existe entre nuestras actitudes y las repercusiones de las mismas. Por supuesto que, la importancia de este tipo de enseñanzas radica en la perspectiva que brinda, aquella que no permitirá vivir en un mundo mejor, libre y pacífico.
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