Glaciares en peligro

Glaciares en peligro

Glaciares en peligro

Glaciares en peligro.¿Por qué es tan importante el hielo de los polos terrestres?

 

El proceso de calentamiento global ha sido objeto de investigación en las últimas décadas, con muchas contradicciones y argumentos encontrados, hoy se puede inducir que el efecto de la desaparición de los glaciares, solo puede deparar grandes desastres a niveles que no pueden imaginar ni los más creativos de la ciencia.

Cuando los hielos se derriten, liberan el gas metano atrapado por milenios en burbujas, ese gas contribuye en grandes proporciones al efecto invernadero, del que participamos activamente con las emisiones propias de nuestra “civilización”.Pero el gas metano, no sería el mayor de los males, ya que es ampliamente superado por el efecto albedo. De qué se trata el albedo?

Es el efecto de refracción de la luz solar, que permite devolver los rayos solares al espacio, sin generar un aumento de temperatura en la superficie. Es muy importante, las grandes masas de hielo son imprescindibles para regular la temperatura global, los polos resultan ser dos termoreguladores que mantienen el “termostato” mundial en niveles saludables para sostener la vida del planeta.

Si la superficie de refracción se ve drásticamente reducida, la superficie del mar no hará más que absorber el exceso de calor, lo que a su vez acelera el derretimiento de los hielos, en un círculo vicioso y extremadamente peligroso.

Están en juego las condiciones de la vida, no solo de las especies árticas y antárticas, también la calidad nutricional de los mares, ya que al aumentar la temperatura se reducen los niveles de oxígeno en las moléculas del agua, ocasionando, como ya estamos atestiguando, la mortandad de miles de peces y organismos vitales en la cadena alimentaria.

Es tan obvio el proceso, que el ver los tímidos intentos aislados de los ignorados ecologistas, produce desazón y profunda preocupación. Algunos acceden a techos verdes para absorber y enfriar la temperatura, o reducen el consumo de energías y toman algunas otras decisiones útiles. Pero es tal el consumismo, la desidia y la falta de conciencia general, que el proceso llevará tiempos que quizá no dispongamos en realidad.

Un aspecto que sorprende, siendo tan evidente la emergencia ecológica, es que algunas corporaciones y específicamente, algunos individuos, vean en esto una ganancia.

Las petroleras esperan con ansias que se derritan los hielos para acceder a las posibles reservas de petróleo que haya en estas tierras polares. Pero no tienen en cuenta que un aumento significativo de las temperaturas, cambiará las corrientes marinas, provocando catástrofes ambientales a nivel apocalíptico, acabará con la flora y la fauna acuáticas, elevará los mares a niveles nunca vistos arrasando comunidades enteras.

Esto último será producto de la inversión del proceso que, en su versión correcta, enfría las aguas tropicales y las devuelve con una salinidad y temperatura reguladas, perfectas para sostener la vida marina.

¿Puede el ser humano dejarse llevar por su ambición sin poner en riesgo su propia existencia?

Así parece. A menos que se estimule prontamente el apoyo a políticas coherentes que reflejen un cambio real, general y profundo de los hábitos sociales y  personales.

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