¿Debes dejar que tu hijo tome más riesgos?

Juega como saltar desde un sitio alto, o dejar que un niño se envuelva en sus juegos contribuye a su autoestima y puede reducir los riesgos que se asumen en la adolescencia. A su vez, evita el sedentarismo, que puede conducir a la obesidad y las enfermedades crónicas. Pero, ¿hasta qué punto deberíamos, como padres, dejar que nuestros hijos asuman riesgos?

“Te vas a sacar un ojo con eso” era el lema en mi familia. Muchos padres utilizan estos “lemas” o “máximas” al momento que su hijo está manipulando objetos extraños o en los juegos del parque. El problema no es ser protectores de nuestro niños, sino que muchas investigaciones afirman que los niños necesitan “juego riesgoso” (que incluye escalar y saltar desde altura, el juego no supervisado donde un niño podría perderse, ciclismo rápido por una colina, o jugar cerca del agua o lugares como montañas).

A su vez, muchas investigaciones añaden que los niños que juegan de esta manera mejoran su tiempo de reacción ante la detección de riesgos, aumenta su autoestima y es menos probable que tomen riesgos relacionados con el sexo y las drogas al momento de ser adolescentes.

Un estudio encontró que, por ejemplo, en inglaterra, el 86% de los niños entre las edades de 7 y 11 años fueron a la escuela sin un adulto en la década de 1970, donde ésta cifra se había reducido a un 25% para el año 2010.

A su vez, un estudio canadiense encontró que el más del 80% de los padres de niños de 10 a 12 años de edad estaban preocupados por el “peligro de los extraños”, pero los investigadores señalan que las probabilidades de secuestro por un desconocido son 1 en 14 millones (de todas maneras, todos sabemos que en los países de latinomérica esto puede variar considerablemente según región, por lo que deberías atenerte a las cifras de tu país).

Los riesgos graves que se pueden encontrar en los parques infantiles (es decir, cabezas atrapadas y estrangulamiento por equipos cuando los parques solían tener cuerdas) en gran parte han sido eliminados. Las fracturas de niños en parques infantiles y los huesos rotos (en su mayoría parte superior del brazo) hacen pensar que puede ser peligroso, aunque éstos casos suelen ser raros. Un estudio de Ottawa reporta un promedio de 1,5 lesiones por cada 10.000 horas de juego. Así que, quizás puedes dejar a tu hijo jugar sin supervisión por un rato.

 

La Solución a ¿Debes dejar que tu hijo tome más riesgos?

Muchos especialistas afirman que los padres, comprensiblemente, no quieren correr riesgos con sus hijos. A lo que ellos responden que, si pones a tu hijo en un coche (automóvil), ese es el lugar más común (probabilísticamente hablando) para que un niño tenga un accidente.

A pesar de la severidad, éstos profesionales creen que estamos obsesionados con eventos extraordinariamente raros. Los padres tienen que tener una visión equilibrada de esto. Tu hijo estando en la casa tiene unas más probabilidades (unas 500 más) de conocer a un extraño (internet tiene muchos acosadores cibernéticos). Los niños no desarrollarán la capacidad de recuperación sin conseguir un poco de dolor y la posibilidad de volver a intentarlo denuevo.

La evidencia sugiere que los niños se auto-regulan en el juego, en lo que a los riesgos respecta. Un estilo de vida sedentario podría prevenir que se disloquen los hombros, pero también podría conducir a padecimientos como la obesidad y las enfermedades crónicas en la edad adulta.

Así es como muchos profesionales creen apasionadamente que jugar sin supervisión en el exterior y al aire libre conduce a una mejor autorregulación y una mejor salud psicológica. Incluso hay un plazo para los niños sean sobreprotegidos: el trastorno por déficit de riesgo.

Así es que estos profesionales sugieren que los padres “se desteten a sí mismos” primero, dejando que sus hijos vayan por su cuenta, quizás durante 20 minutos (después de haberse asegurado de que saben cómo cruzar la calle, y precauciones de índole similar). No hacer esto puede ser riesgoso para la salud de ellos, presente y futura.

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