Consejos para llevar adelante la relación con un “amigo con derecho a roce”

En estos tiempos, las relaciones de pareja han adquirido las formas más diversas. Muchas personas, por diferentes circunstancias eligen no tener una relación formal: porque recientemente se han separado, porque están muy enfocado en sus profesiones, o simplemente porque disfrutan así de su soltería y no necesitan más.

En este caso, surge la figura del “amigo con derecho a roce”, una persona con la que se tienen encuentros íntimos periódicamente, incluso algunos comparten una cena, un café o una salida al cine, pero saben que no hay más ni se puede exigir más. Este tipo de acuerdos tácitos no está exento de complicaciones y malos entendidos, razón por la cual es bueno tener en cuenta algunos consejos para llevar adelante una relación con un “amigo con derecho a roce”.

Lo primero es conocer bien al amigo con derecho a roce. No se trata de simple sexo ocasional. Aunque difuso, existe cierto grado de compromiso, mejor dicho, un acuerdo entre dos personas adultas, por lo cual es necesario que esa persona te haga sentir a gusto, puedas compartir al menos una conversación, y te caiga muy bien.

La franqueza es fundamental en este tipo de relaciones, pues pueden tornarse muy confusas. Es necesario que ambos tengan claro que ese es el tipo de relación que quieren, y además deben estar de acuerdo en cuanto a si ambos están conformes con ver y conocer a otras personas, cada cuanto esperan verse, si está bien si los amigos de ambos saben de su relación. Las reglas básicas deben estar establecidas desde el principio.

Si bien hay casos en los que estas relaciones se han convertido en algo más serio, es un error enorme involucrarse en este tipo de relaciones esperando eso. Si una persona no está emocionalmente disponible, no sirve de nada “esperarlo” y mientras tanto, mantener una relación informal. Sólo lograrás romper tu corazón.

Es importante no enamorarse, dada la naturaleza de este tipo de relaciones. Si te das cuenta que sientes algo más, es mejor ser sincero con uno mismo y con el otro, y dar un paso al costado. Como se señaló en el consejo anterior, es el peor error en este tipo de relaciones, el permanecer en ellas esperando a la otra persona. Si el otro tiene sentimientos similares, las cosas decantarán solas, pero esperar a que eso suceda no lleva a ninguna parte. El amigo con derecho a roce ofrece placer físico y quizá algo de compañía, pero nunca llena el vacío emocional. Jamás hay que confundir el deseo con amor. Por todo esto, no se debe exigir un trato demasiado galante, atento, romántico, ya que no se trata de eso.

De la misma manera, si vemos que la otra persona se está enamorando, es mejor confrontar la situación y ser sinceros, para no lastimarlo. No está bien crear falsas expectativas.

El principio de una relación así es que no hay reproches, es por eso que no se debe caer en exigir lo que no corresponde y no se ajusta a este tipo de relaciones: gestos, romance, atención, más tiempo, fidelidad, compartir más cosas de la vida de ambos, pues todo eso se corresponde con una relación de noviazgo más serio.

Está bien encontrarse cuando ambos están solos y hacerse compañía, pasar un buen momento, salir y compartir algunos momentos. Pero demasiadas citas a solas pueden confundir. Por ello, es buena idea salir en compañía de los amigos, evitando demasiadas citas sólo que pueden resultar confusas.

De la misma manera, no se debe ver a la otra personas demasiado seguido, si lo que se quiere evitar es que afloren sentimientos. Es mejor que cada quien haga su vida y encontrarse cada tanto.

Es importantísimo practicar el sexo seguro, dado que por el tipo de relación, un embarazo no buscado puede ser un gran problema y también es necesario evitar las enfermedades de transmisión sexual.

El “amigo con derecho a roce” normalmente forma parte de una etapa de transición que finaliza cuando uno de los dos encuentra una pareja estable, o bien cuando la relación decanta sola y ya no da para más, por ello hay que saber desde el principio que esta relación tiene “fecha de vencimiento” y que tarde o temprano se terminará.

No hay que tener miedo de cortar la relación, por el motivo que sea. Si consideras que lo mejor es no ver más a la otra persona, lo mejor es decirlo. Es el principio de estas relaciones, no hay nada que reprocharse.

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