¡Cuidado con lo que publicas! Si estás acostumbrado a publicar todo lo que piensas en las redes sociales sin medir tus palabras, podrías llevarte una gran lección. Esto fue lo que sucedió con la periodista Justine Secco, quien se convirtió en un triste célebre de Internet por sus desafortunados comentarios.
«Antes de desesperarnos por expresar y defender nuestras creencias, principios o valores, conviene asegurarnos de que realmente sean éticos, certeros, amorosos, generosos y ubicados. Y, si no lo son, mejor guardarlos y revisarlos» (Ladislao Huber)
Cómo un tweet puede arruinar tu vida profesional por completo
El caso de Justine Secco
El 23 de diciembre del año 2013 fue un punto de inflexión en la vida de Justine Secco, directora de comunicaciones corporativas IAC. Ella se dirigía a Ciudad del Cabo en Sudáfrica para pasar las fiestas de fin de año con su familia, y mientras esperaba el avión que la llevara a su destino decidió publicar en su cuenta el siguiente mensaje: “Going to Africa. Hope I don’tget AIDS. Justkidding. I’mwhite!” (¡Me voy a África, espero no contraer SIDA, es solo un broma. Yo soy blanca!).
Inmediatamente Justine sube al avión y apaga su teléfono, once horas tuvieron que pasar desde su incursión en las redes sociales para que pudiera abrir nuevamente su teléfono llegando a la ciudad sudafricana. Lo que encontró fue sorprendente: su tweet había sido Trendtopic (tema del momento) en Twitter, acompañado de una lluvia de críticas.
Este mensaje emitido por Secco trajo diferentes opiniones dentro de la red, pero sobre todo fue un cambio importante para su vida personal. Justine fue despedida de su trabajo, su empresa IAC emitió un comunicado diciendo que consideraban ofensivo los mensajes de la ahora ex directora de comunicaciones.
Pero esto solo fue el comienzo de una serie de lamentables acontecimientos. El “chiste” desafortunado también le trajo repercusiones a nivel familiar, quien milita con las ideas políticas de Nelson Mandela y consideraron sus mensajes racista y poco atinado.
Con el rechazo de su propia familia y sin trabajo, Secco se vio obligada a pedir disculpas compartiendo un nuevo tweet: “Estoy muy apenada por el dolor que causé”, difundió. Para su mala suerte, el daño era irreversible.
¿Qué lección podemos aprender de este caso?
La gran mayoría de personas que utilizan las redes sociales no son conscientes de los alcances que sus mensajes podrían llegar a generar en el mundo virtual. Las decisiones que tomamos siempre terminan afectando a las personas que nos rodean, y podrían afectar nuestra vida profesional.
Es necesario, por lo tanto, que hagamos un acto responsable de todas las cosas que difundimos a través de Facebook, Twitter, y otras plataformas interactivas. De lo contrario, es posible que termines como la “persona que perdió su trabajo por publicar un estúpido tuit.
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