Yoga: una disciplina milenaria, diferentes estilos

El yoga ha traspasado las fronteras de la India, donde se puede centrar su origen como práctica física, mental y espiritual, para volverse popular en buena parte del mundo occidental. Es que los beneficios tanto para el cuerpo como para la mente de practicar yoga regularmente, están altamente probados, y de hecho cada vez se descubren más.

Esta práctica tiene su origen en la meditación budista e hinduista, aunque permite resolver los estragos que el estrés causa en nuestros cuerpos, además de aportar flexibilidad, tonificación muscular y numerosos beneficios de salud.
Pero el yoga tiene diversas modalidades, a partir de una base en común pero con características singulares. En efecto, algunas de estas modalidades son más atléticas y físicas, otras tienen más técnica, mientras que algunas se centran en el aspecto meditativo. Se puede elegir entre Hatha, Kundalini, Iyengar, Ashtanga, Bikram, para encontrar la adecuada para cada uno.

Hatha Yoga es el más practicado en Occidente, se caracteriza por ser una disciplina de fuerza y energía. Surgió con el tantrismo, un movimiento socio-cultural y espiritual de la India, en la Edad Media. Su principal característica son los prayanas o respiraciones, que activan centros energéticos. Además, se fortalecen los músculos.

El Yoga Kundalini se caracteriza por reunir diferentes asanas o posturas en kriyas o conjuntos de posturas. La finalidad es despertar la energía retenida en la base del cuerpo, que se la llama kundalini, y se representa con la forma de una serpiente. Es útil para perder peso y estar en forma, además de los beneficios espirituales.

El yoga Iyengar tiene por objetivo perfeccionar cada movimiento, es de las modalidades más técnicas, donde se pulen las asanas del Hatha yoga. Es ideal para tratar vicios posturales y lesiones, por ello es una excelente rehabilitación para problemas de postura y lesiones.

La modalidad Ashtanga es la que más se centra en el trabajo muscular, es para personas que están en buena forma y además, es de las modalidades que ofrece mejores resultados estéticos. Es una práctica dinámica que incorpora saltos, equilibrios y posturas de gran intensidad y exigencia física. Es ideal para los escépticos que ven en el yoga una práctica demasiado poco exigente a nivel de entrenamiento físico.

El Bikram Yoga no es muy diferente al Hatha, salvo por el detalle de que se realiza en una habitación a 40º de temperatura, que busca imitar las condiciones naturales de la India. Así, aseguran que se logra una mejor flexibilidad, se produce una excelente desintoxicación al sudar profusamente, y además el calor evita lesiones, ayudando a trabajar al máximo la flexibilidad y las posturas.

Con estos detalles, cada uno podrá encontrar aquella práctica de yoga que le resulte más apropiada y acorde a sus personales necesidades.

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