Tecnología de Reconocimiento Facial: ¿ciencia ficción o realidad?

Las conversaciones sobre un código de prácticas para la tecnología de reconocimiento facial han venido de los EEUU. Entonces, ¿quién nos está mirando y por qué?

Los smartphones puede rastrear nuestros movimientos, las tarjetas de crédito tienen un registro de nuestras compras y ahora, gracias a los avances en la tecnología de reconocimiento facial, las empresas y los gobiernos tendrán la posibilidad de vernos donde quiera que vayamos.

 

Tecnología de Reconocimiento Facial: ¿ciencia ficción o realidad?

La tecnología de reconocimiento facial se ha convertido en algo mucho más sofisticados en los últimos años. El software ahora existe y puede escanear el rostro de la gente (incluso a la distancia o en un ángulo oscuro) y “reconocer” (identificar) a dicha persona, haciendo coincidir sus rasgos faciales con una imagen desde una base de datos de fotos.

 

¿Quién utiliza la tecnología de reconocimiento facial?

Los gobiernos han comenzado a recopilar extensas bases de datos de imágenes. La policía tiene 18 millones de “mugshots” (las fotos de busto, tomadas por organismos oficiales) grabadas en el Reino Unido, y se espera que la próxima generación del sistema de identificación del FBI para tener una base de datos de 51 millones de fotos al final de este año.

Pero las empresas privadas también son capaces reconoce las caras de los clientes. Por ejemplo, la tecnología de reconocimiento facial de Facebook significa que los usuarios que ya se pueden etiquetar de forma automática en fotos que suban. El programa está siendo mejorado para reconocer a las personas incluso cuando sus caras son rechazadas por la cámara, identificándolos por su ropa y postura.

 

¿Cómo se está utilizando?

Hace poco, EEUU habla de la agencia del gobierno que pretendían crear un código de conducta para la tecnología y cómo éste proyecto se ha caido. Los defensores de la privacidad se retiraron de las conversaciones, afirmando que las empresas y agencias gubernamentales no estaban dispuestos a aceptar que siempre deben pedir permiso antes de utilizar la tecnología de reconocimiento facial para identificar a alguien.

En los EEUU, una compañía llamada First Face (Primer Rostro) ofrece a los minoristas la posibilidad de “construir una base de datos de buenos clientes, reconocerlos cuando entran por la puerta, y hacer que se sientan mejor recibidos” (en otras palabras, pescar a los grandes gastadores). El producto también envía alertas cuando “individuos con prontuario público entran a cualquiera de sus locales”. Otra empresa, Churchix, utiliza la tecnología de reconocimiento facial para realizar un seguimiento de asistencia de la congregación en la iglesia.

 

¿Deberíamos estar contentos o preocupados?

La tecnología de reconocimiento facial tiene el potencial de hacer que las medidas de seguridad, tales como el control de fronteras y la aplicación de la ley, mucho más rápido y más sofisticados. Y las empresas privadas pueden utilizar el sistema para crear servicios personalizados, como el que le alerta a las ofertas de los productos que usted compra regularmente cuando entras en una tienda, que algunos clientes pueden apreciar.

Pero Alessandro Acquisti, profesor de tecnología de la información y las políticas públicas en la Universidad Carnegie Mellon, sostiene que esta es también una amenaza a la privacidad. Muchas personas están nerviosos por esta idea. Incluso en situaciones tales como el control de fronteras, la gente preferiría interactuar con un escáner de huellas digitales a que le escaneen su rostro desde la distancia.

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