Síndrome del ama de casa: Obsesión por la limpieza y el orden

sindrome del ama de casa

Aunque, por tradición cultural, ser limpios y ordenados, se ha considerado una virtud, existen casos en que las personas, se ven inmersas en la obsesión enfermiza de “atender” los asuntos del hogar, a toda hora, en forma exhaustiva y repetitiva. La carga que esta tradición les ha puesto, especialmente en las mujeres, ha generado que un alto porcentaje de ellas,  padezcan este problema.

Las razones de este trastorno de la conducta, pueden obedecer a: a) una necesidad de reforzar la autoestima, en base al cumplimiento de este tipo de tareas, en forma detallista; b) una carencia afectiva que se expresa a través de un estado de ansiedad, que pretende resolverse por este medio; c) la necesidad compulsiva de controlar el entorno en cada detalle.

Las casas de estas personas, se parecen más a museos que a hogares, todo ocupa un lugar preciso por años, las ventanas suelen cerrarse todo el año, a fin de que no entre el polvo desde el exterior, los ambientes son oscurecidos para evitar la exposición de los muebles a la luz solar. Son lugares donde falta el oxígeno y a la vez, se perciben los aromas de desinfección y asepsia.

Estas personas se ven inmersas en un círculo vicioso, típico de trastornos obsesivo compulsivos, en el que, aun cuando fueran conscientes de su enfermedad, no pueden dejar de responder a la necesidad de ordenar y limpiar, para disminuir el nivel de ansiedad. Estas conductas afectan profundamente la relación con otros integrantes del hogar, y acaban aislando al sujeto, del entorno externo también. La ansiedad que produce invitar gente, que desordenará y ensuciará, suele volverse insoportable, por lo que el enfermo prefiere estar a solas, manteniendo el control de todo a su alrededor.

Con frecuencia, se complementa con rituales específicos, secretos, que refuerzan la obsesión por el control.

Se deduce también, el alto nivel de insatisfacción en la vida emocional, debido a que el exceso de control sobre las cosas del hogar, se traduce en control sobre las personas con las que se relaciona, llevando a la pareja y a la familia en conjunto, a un nivel de tensión, muchas veces, inmanejable.

Si la persona no accede a recibir ayuda profesional, podría terminar viviendo en soledad, en profundos estados depresivos y por supuesto, perdiendo de vista su verdadera capacidad de resolver su vida con optimismo y autovaloración.

Es importante, que las personas que perciben síntomas de este trastorno, realicen diferentes ejercicios, en los que puedan relajarse y liberar la tensión. Se puede comenzar con pequeñas pruebas y exponerse a situaciones de movimiento de las personas en casa, invitando amigos, abriendo las ventanas una vez al día, cambiando los muebles y adornos de su lugar establecido, y observar el hecho de que no hay riesgo en ello, que un poco de desorden no implica peligro alguno. Recordemos que las personalidades obsesivo compulsiva, intuyen consecuencias catastróficas si no se llevan a cabo los rituales de rigor.

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