¿Qué necesito saber para ser un buen tatuador?

Tatuadores hoy en día hay muchísimos, pero lo cierto es que no todos tienen las cualidades necesarias para que uno les otorgue la enorme responsabilidad de embellecer su cuerpo. Vale decir que son variadas las cuestiones que un tatuador debe tener en cuenta para convertirse en un artista de prestigio. En el siguiente artículo, te contamos qué necesitas saber para ser un buen tatuador.

El esfuerzo y la dedicación suelen ser en el arte de tatuar tan importantes como en cualquier profesión. Lo cierto es que para tatuar, es necesario tener bien presente el grado de responsabilidad que conlleva intervenir el cuerpo de otra persona, una responsabilidad que por cierto no es común en otras labores profesionales.

El dibujo suele ser para el tatuador una fuente de conocimiento e inspiración sumamente importante.  Un buen tatuador es una persona en condiciones de copiar un tribal a la perfección, pero al mismo tiempo, un ser capacitado para crear desde el arte figuras propias que harán a su identidad como profesional.  Ahí, en esa instancia de inspiración y creación –que no es común en todos los tatuadores- reside el talento de cada uno.

La tinta es la materia prima por medio de la cual un tatuador profesional realiza su labor y lo cierto es que la persona debe ser conocedora de los materiales que manipula si quiere ser bueno en lo que hace. El conocimiento acerca de la tinta necesaria para trabajar con cada piel suele ser una de las cuestiones que ayuda a un tatuador a marcar la diferencia respecto de sus pares.

Un conocedor de la materia prima con la que trabaja suele ser un profesional más capacitado respecto de un semejante que solo sabe reproducir dibujos en la piel de otra persona.  Para ser un buen tatuador, debes saber con precisión cuál es la tinta de mejor calidad para determinada piel, saber quiénes son los proveedores que la comercializan y quien se encarga de fabricarla, estar al tanto de las novedades que constantemente llegan al mercado y por supuesto, estar en condiciones de dar cuenta de tu conocimiento en el momento en que cualquier cliente lo solicite.

Para ser un buen tatuador es igualmente importante estar en conocimiento de los riesgos que la actividad presenta y por supuesto, disminuirlos considerablemente por medio de la higiene y esterilización.  Cualquier herida punzante en nuestro organismo arroja riesgos de infección y un buen tatuador los elimina por medio de su trabajo consciente. Los materiales que un tatuador utiliza son desechables y vienen envueltos en sobres estériles.

En definitiva es importante entender que un tatuador no solo es una persona en condiciones de traspasar un dibujo desde el papel a la piel de una persona. Un buen tatuador, estará en condiciones de generar diseños propios, sabrá la importancia de utilizar determinado tipo de tinta para cada piel con la que trabaje, mitigará riesgos de infección por medio de un trabajo responsable y a consciencia, y será una persona esencialmente creativa.  Todas esas cualidades hacen que un tatuador se destaque por sobre el resto.

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