¿Qué se oculta detrás del consumo de tabaco?

Recientes estudios sobre bioneuroemoción y psicología en cuanto a por qué algunas personas son adictas al tabaco, al cigarrillo comúnmente llamado, acuerdan en señalar que dicha adicción se produce porque las personas intentan esconder algo en sus vidas. Se intenta de alguna manera tapar un problema.

Según la bioneuroemoción el tabaco representaría a la madre y al territorio, su consumo  tendría relación con algunas de las siguientes afirmaciones: “Me siento apartado del territorio” o “Me siento invadido en el territorio”.

Por otro lado, el cigarrillo representa para estas personas la libertad, la comunicación con uno mismo y es considerado como una forma de protección, un velo de humo que impide ver la verdad y ocultar las angustias más profundas.

Inconscientemente el cigarrillo también oculta las necesidades pendientes de la infancia, el calor, el pecho, el afecto de la madre. También sirve para equilibrar la excitabilidad nerviosa, la nerviosidad. De alguna manera se busca en el cigarrillo la paz que le dio el vientre materno alguna vez.

La psicología por su parte coincide en afirmar que se fuma para poder soportar la angustia, cada vez que se enciende un cigarrillo se intenta tapar un problema. Hay puntos en común entre las personas  que consumen nicotina, se sienten inseguros y solos. Después de la primera pitada, empieza a fluir la dopamina, neuroquímico asociado con las sensaciones de placer y motivación. El cigarrillo actuaría como una suplencia, al fumador le falta siempre algo. Cuando siente esa carencia, busca sustituirla con la satisfacción nicótica.

Otros psicólogos afirman que fumar es un síntoma de ansiedad, quien fuma, sostienen, no logra resolver sus conflictos y el cigarrillo actúa para descargar la intranquilidad. Como el consumo de tabaco está tolerado socialmente esto pasa desapercibido.

Las sensaciones que provoca el tabaco son momentáneas, cuando la ilusión desaparece solo queda encender otro cigarrillo. Lo que sí permanece es el daño a los pulmones y al resto del organismo que provocan la nicotina y el alquitrán. #DíaMundialSinTabaco #NoVendasTabaco

 

¿Qué contiene el cigarrillo?

Apenas seis segundos después de encender el cigarrillo, la nicotina llega al cerebro del fumador. Esta sustancia blanca y amarga es tan adictiva como la cocaína. Cada cigarrillo tiene 1 mg de nicotina (una inyección de 60 mg en forma pura es letal).

Este pesticida (en las plantas de tabaco la nicotina ahuyenta a los insectos) aumenta las posibilidades de una trombosis. Puede ocasionar angina, infarto de miocardio o muerte súbita.

Pero no sólo la nicotina hace estragos. La hoja de tabaco también tiene la culpa: es radioactiva. Fumar 20 cigarrillos por día es lo mismo que realizarse 300 radiografías al año. O lo que es lo mismo, ingresar casi a diario a una sala de rayos X. A modo de ejemplo, un fumador que consume un atado grande cada 24 horas, recibe 400 rads de radiaciones alfa al año.

Por otra parte, también ingresa  alquitrán al cuerpo  que, de a poco, se pega en los pulmones.
Este componente, negro y viscoso, contiene más de 1000 químicos. El alquitrán es el culpable de la mayor parte de las enfermedades que produce el tabaco.

Pero en esta historia ni el envoltorio se salva. En la composición del papel se ha encontrado cloro, cuyos derivados son tóxicos.

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