¿Qué es la presión arterial? Algunos consejos para controlar la misma

medir la presion

La presión arterial se conoce como la fuerza con la que la sangre recorre el interior de nuestro cuerpo y se desplaza para llegar a cada órgano. Es preciso saber que la intensidad con la que esta sangre fluye –es decir nuestro nivel de presión arterial- condiciona en gran medida a nuestra salud por lo cual es preciso controlarla. Vale decir que nuestra presión arterial no debiera ser ni baja ni alta, más bien moderada; ya que de ser baja nos generará fatiga, mareos y cansancios, y siendo alta seremos propensos a padecer enfermedades cardíacas.

Hay algunos factores hereditarios que son importantes de tener en cuenta a la hora de controlar nuestra presión arterial, para ello, debemos realizarnos los chequeos correspondientes.

De igual forma, el uso excesivo de sal y el consumo masivo de alcohol son dos de los factores que sin ser hereditarios tienen alta incidencia en esta problemática. En menor medida, también la obesidad y la vida sedentaria colaboran a que nuestra presión arterial no termine siendo la adecuada y por ser alta, desemboque en innumerables afecciones cardíacas para nosotros. Es preciso entender que la presión arterial alta pone en serio riesgo nuestra integridad física por lo cual es importante mantener la misma sobre niveles normales.

Bajar nuestra ingesta de sal es un primer paso que vale la pena dar. Para ello debemos tomar con delicadeza algunas decisiones respecto de nuestra dieta, eliminando todo tipo de alimentos que la contengan en cantidades considerables. Los platos caseros son los mejores ya que nos permiten prepararlos a conciencia y saber a ciencia cierta cuál es su contenido. De la misma manera que algunos platos son beneficios, otros, como los embutidos o los sobres de sopa instantáneos –entre tantos otros- son perjudiciales y debemos desestimarlos.

Son innumerables los factores que nos llevan a contener en nuestro organismo una presión arterial por encima de lo recomendable. En ese marco, el sedentarismo juega un papel importante y por ende, hay que combatirlo. No alcanza con controlar la sal de los alimentos, ni mucho menos la grasa de los embutidos, todo ello debe ir acompañado de actividad física diaria que permite normalizar nuestro flujo sanguíneo interno. Caminar, correr, andar en bicicleta, nadar, ir al gimnasio, practicar determinado deporte, cualquiera de esas actividades son altamente recomendables para mantener bajo parámetros normales nuestra presión arterial.

Así, controlando nuestros consumos de sal, alcohol y grasas, y desarrollando diariamente actividad física, podremos mantenernos saludables y controlar nuestra presión arterial. Nuestro corazón nos lo va a agradecer.

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