Postura de La Estrella: en contacto con nuestra energía vital

Breve introducción

Hoy vamos a conocer una forma de conectarnos con la energía vital, llamada Prana.

Esta energía la llevamos todos, es sólo saber como manejarla. Cuando inspiramos estamos llevando prana a recorrer nuestro organismo, nos ayuda a limpiar las impurezas, lo negativo, el Yin. Cuando exhalamos sacamos esa energía al exterior, eliminando basura, y atraemos el Yan, lo positivo, lo limpio, esto nos reconforta de manera placentera.

Estamos sentados en un lugar cualquiera a nuestra elección, dejando que el aire ingrese llevando prana cargado de luz, luz que circula por nuestro cuerpo, imaginemos  que en ese momento nos limpiamos de lo negativo, de cualquier peso ó pensamiento que se ha pegado y no nos deja respirar, nos hace sentir angustiados, oprimidos. Realizando este ejercicio al levantarnos y antes de dormirnos nos hará estar aliviados, concientizándonos de lo bueno y dejando atrás los pensamientos tristes, agobiantes. No hagamos de la vida algo oscuro, volvamos a la esencia.

La Estrella

Se practica parados, con las piernas bien separadas y los brazos estirados horizontalmente, a la altura de los hombros, una palma hacia abajo a la tierra y la otra hacia arriba al cielo. Los brazos deben mantenerse siempre estirados sin doblarlos.

Mientras hacemos una inspiración profunda dejando que el aire ingrese muy de a poco, imaginamos que por la palma izquierda ingresa la fuerza vital, prana, que recorre nuestro cuerpo llevando luz y barriendo toda  impureza y que sacamos por la palma derecha toda esa energía impura  hacia la tierra.

Continuamos llevando la fuerza del cielo a todo nuestro, repitiendo esta postura varias veces, cuanto más permanecemos en ella, mejor nos sentiremos, hasta sentir un cosquilleo en las puntas de los dedos.

Cuando los brazos se cansen, bajamos los brazos y descansamos.

Sobre el piso con una manta, sentados, sueltos, relajados, con los ojos cerrados, con las piernas dobladas en postura de loto y si no se llegamos a la misma, las dejamos estiradas, podemos apoyarnos sobre una pared hasta sostenernos con la espalda derecha, apoyando los glúteos sobre la manta. Podemos hacer un mantra, que es la repetición de una sílaba, OM.

Se realiza, inspiramos llevando la lengua al centro del paladar y muy despacio vamos soltando el aire, emitiendo el sonido OM. Esto nos va a dar  tranquilidad.

Reflexionemos mientras hacemos prácticas respiratorias, de a poco cambiaremos actitudes, nos dará fuerza y confianza, con tiempo y perseverancia.