¿Qué es la dieta Scarsdale? Te mostramos sus particularidades

La famosa dieta Scarsdale es una dieta disociada que propone fundamentalmente el consumo de más proteínas y menos azúcares y grasas.

Para que ello pueda ser al mismo tiempo saludable, la dieta propone que sea nuestro propio organismo el que vaya aprovechando y dosificando la utilización de las reservas energéticas.

Algunas particularidades de la dieta Scarsdale.

Vale decir que la presente dieta fue diseñada por un reconocido cardiólogo, el Dr. Herman Tarnower, y como régimen alimenticio, aporta unas 1.000 calorías diarias.

Si la dieta se hace al pie de la letra, es decir si se cumplen fielmente todos sus postulados, nos permite reducir nuestro peso en medio kilo diario.

 

La dieta que nos ocupa se divide en dos fases:

– La dieta propiamente dicha, la cual debe realizarse durante dos semanas (catorce días para hablar concretamente).

– La segunda fase de la dieta es de mantenimiento y consiste en un plan posterior a la realización de la dieta.

 

Antes de realizar la presente dieta, es preciso consultar un médico para saber a ciencia cierta si estamos en condiciones físicas de poder emprenderla.

Lo cierto es que hay determinados organismo que no son aptos para realizarla y si poseemos algún déficit alimenticio de base la dieta puede terminar resultando nociva a nuestro estado general de salud.

 

¿Cuáles son las reglas básicas para la realización de la dieta Scarsdale?

Para realizar con eficacia la dieta Scarsdale hay que tener presente determinados preceptos o reglas básicas de las cuáles no es conveniente distanciarse.

Comer exactamente lo indicado (ni más ni menos) viene a ser uno de las razones por las cuales esta dieta resultará de lo más efectiva.

Si entre las comidas que nos propone la dieta sentimos sensación de hambre, podemos saciar nuestro apetito comiendo zanahoria o apio en la cantidad que deseáramos.

Igual de importante es evitar en un 100 % el consumo de bebidas alcohólicas y si pretendemos ingerir gaseosas, las mismas deben ser dietéticas.

El café, el té, el agua, la soda, son todas bebidas que podemos consumir mientras realizamos la presente dieta.

El limón y el vinagre son propicios para preparar las ensaladas, no así el aceite, la mayonesa u otros condimentos con alto contenido en grasas.

La carne está permitida, pero la misma debe ser magra y se propone comer pollo o pavo para que el régimen alimenticio nos aporte los resultados deseados.

Por último y como ya hemos dicho, la fase primera de la dieta no debe realizarse por más de 14 días; y es preciso una vez concluida la misma, realizar la fase de mantenimiento.

De esta manera, te mostramos algunas particularidades de una de las dietas más reconocidas y efectivas.

Sea el primero en comentar

Deje un comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*