Las películas de terror… ¿son buenas para la salud? (Parte 2)

Desde los comienzos del cine el tema del terror ha sido recurrente en los trabajos cinematográficos. Gracias a los efectos que la pantalla grande produce sobre nosotros, las imágenes muchas veces son algo más que terroríficas y nos dejan con un susto bastante grande, tal es así que muchos llegan a temer por su salud, en caso de sufrir un gran sobresalto.

Pero, ante este panorama, quién se hubiera imaginado que ver películas de terror no sólo es bueno para la salud física, sino la salud mental también. Pues ésto es lo que propone una seria investigación científica. Veamos de qué se trata.

 

Nos obliga a enfrentarnos a nuestros miedos

Las investigaciones realizadas por el Dr. Mathias Clasen sugiere que ver películas de terror es bastante importante para nuestro ADN, ya que, en el fondo, aunque tenemos memoria para hacer frente a situaciones que nos pueden asustar, nuestros entornos actuales a menudo no nos ponen en ese estado. Ver una película de terror actúa como un simulador emocional para estos tipos de situaciones (en especial los de la vida moderna, que no están en un 100% previstos en nuestra memoria ancestral) y activa nuestro ADN para que otorguemos una respuesta adecuada a la situación. [1]

En mi opinión, obtener memoria o experiencia de algo asustandote también puede ser un caldo de cultivo para que cada uno pueda enfrentar y superar sus propios miedos. Desde mi experiencia personal he podido observar a muchas personas que se enfrentan a, por ejemplo, fobias a insectos mediante películas de terror y han podido tratar con estos temores de modo satisfactorio y exitoso, de modo que se ha creado un nivel de confianza en la persona para hacer frente a las cosas que le asustan, y ésto les permite navegar por su mente y por las emociones que sucitan con mayor claridad cuando se enfrentan a ellos en otras áreas y momentos de la vida.

La otra cara de la moneda

Ahora, por supuesto, siempre hay otra cara de la historia, en este caso sobre la base de la evidencia anecdótica, que nos dice que las películas de terror pueden causar interrupciones en los patrones de sueño y pueden causar aumento del miedo en ciertas situaciones, si la mente se relaciona el miedo de nuevo ante una película que tiene vista anteriormente. También pueden ser provocados por cosas o factores de la vida real, a veces, si han ocurrido en una película de terror que estabamos viendo.

Algunos sugieren que las películas de terror, más que nada los del sub-género conocido como slasher (como son la de la saga Scream), a veces nos insensibilizan hacia ciertas conductas atroces, en especial hacia las de índole violento. A pesar de que la evidencia científica no sugiere esto, de hecho, sugiere que el cerebro sabe y entiende la diferencia y es realmente mejor para estar preparados en situaciones de la vida real, aún puede haber algo que decir y descubir sobre este punto en particular en el futuro.

 

Consideraciones finales

A fin de cuentas, como en casi todas las cuestiones importantes de la vida, todo se reduce a cada uno de nosotros, a cada persona, como individuo, y cómo trata, interpreta y reacciona ante el material al que está siendo expuesto; en especial cuando se trata de cosas negativas como las que son presentadas en las películas de terror. Hay un montón de gente que sugieren que las películas de terror son malas para las personas y su buena salud mental y todas esas recriminaciones y acusaciones crean una situación aún más incómoda y densa en el debate.

Si bien puede ser una verdad parcial, creo que todo se reduce a nosotros. Podemos permitir que las imágenes, sonidos y escenas nos aterrorizen y podemos construir en nuestra mente un escenario para nada agradable, dejando que el miedo se apodere de nosotros; o podemos optar por trabajar para ir más allá de los miedos.

No digo esto sólo como un fan de las películas de terror, sino porque siento que somos capaces de estas cosas y, de todas maneras, nuestros miedos sólo ocurren dentro de nuestras mentes, eso a que tememos y nuestro estado “aterrado” no es en realidad quienes nosotros realmente somos en el fondo.

Fuentes:

[1] Mathias Clasen, en su tesis de investigación para obtener el PhD en “terror / horror” en el Department of Aesthetics and Communication de la Aarhus University.

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