Por qué realizar un curso de oratoria

Muchas veces nuestra capacidad de hablar frente a otras personas, en distintas situaciones de la vida, se pone a prueba.

Exámenes escolares, disertaciones, entrevistas de trabajo, dictado de clases,  ventas, son solo algunos de los momentos en los cuales debemos poner en marcha estrategias de comunicación oral para lograr transmitir de la mejor manera posible nuestro mensaje.

Si bien hay personas a las que les resulta más fácil esta tarea, todos podemos desarrollar la habilidad de hablar en público o mejorarla. Incluso hay quienes sienten pánico ante la posibilidad de tener que hacerlo.

Pero existen alternativas para poder afrontar situaciones comunicativas como las que mencionamos. En los últimos años se multiplicaron las ofertas de cursos de oratoria, presenciales, a distancia e incluso en forma on line.

 

¿Qué nos brindan estos cursos?

A pesar de algunas diferencias entre una y otra propuestas, en general los cursos de oratoria pueden brindarnos:

  • Técnicas para desarrollar la confianza y seguridad, tratando de combatir el miedo escénico. Mediante técnicas específicas se puede descubrir cuál es el origen de este problema, conocerlo y dominarlo, convirtiéndolo en un estímulo positivo.
  • Cómo preparar y esquematizar la exposición de manera ordenada, siguiendo una estructura ordenada, coherente y profesional para evitar las indeseables “lagunas mentales”.
  • Técnicas de lenguaje verbal  y no verbal. Cómo lograr persuadir con la voz, aumentar la influencia con técnicas corporales y expresar las ideas con claridad mental y fluidez verbal.
  • Descubrir los errores más importantes a la hora de hablarle a una audiencia, para poder sortearlos y lograr captar la atención de todos los oyentes a través de técnicas de persuasión.
  • Técnicas esenciales de comunicación: cómo pararse frente al público,  actitud corporal y gestual,  cómo mirar al público, dónde colocarse ante el auditorio, hacia dónde moverse, gestualidad, cómo evitar distracciones, utilización de recursos como pausas, frases estratégicas, modulación de la voz, etc.
  • Utilización de recursos tecnológicos: micrófono, pantallas, proyectores, pizarras interactivas, etc.
  • Técnicas respiratorias para lograr un mayor rendimiento, claridad mental y potenciar la voz, evitando la falta de aire, la agitación y otros molestos síntomas ocasionados por nerviosismo y  la falta de técnicas apropiadas.

Estos son algunos de los temas que por lo general trabajan los cursos de oratoria. De todas maneras cabe destacar que lo aprendido requiere su posterior puesta en práctica y el esfuerzo  constante por parte de quien está interesado en mejorar su comunicación con el público.

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