Museo maya festeja 20 años

El Museo del Pueblo Maya de Dzibilchaltún, ubicado en las inmediaciones de la zona arqueológica del mismo nombre, cumplió a finales de 2014, 20 años de ofrecer un recorrido por la historia maya, desde sus inicios hasta la actualidad. El recinto abrió sus puertas a finales de 1994, aunque antes en la zona ya había una especie de “museo de sitio” que era pequeño y contenía piezas de las primeras exploraciones hechas en la zona.

El recinto abrió sus puertas a finales de 1994, aunque antes en la zona ya había una especie de «museo de sitio» que era pequeño y contenía piezas de las primeras exploraciones hechas en la zona. Luego, a través de un megaproyecto para la construcción de museos, se escogió el del arquitecto Fernando González Cortázar, que en su momento ganó premios y reconocimientos y los curadores fueron Miguel Angel Fernández y el arquitecto Jorge Ortiz Lanz.

«Es una obra artística muy audaz y de hecho fue el primer edificio realizado ex profeso para un museo en Yucatán y esa es una de sus grandes cualidades», explicó la directora del museo, Diana Trejo Torres, en entrevista con Notimex.

El lugar se compone de cuatro áreas de exposición, dijo, la primera denominada la «Pérgola de los Monolitos», que es un jardín techado con vidrio templado donde se exponen piezas escultóricas del área maya, que comprende no sólo Yucatán, sino Campeche y Quintana Roo.

Se trata de una especie de antesala para acceder a las otras áreas y que fue ornamentada con plantas y árboles locales, que se funden en algunos puntos con parte de la selva baja que aún rodea el sitio, agregó la arqueóloga. Luego, destacó, el visitante accede a la «Sala de Arqueología», espacio general dedicado a la época prehispánica no sólo de Dzibilchaltún, sino de toda la región de Yucatán.

El área contiene información de la relación que tenían los mayas con la naturaleza y una muestra interesante de cómo evolucionaron las artes cerámicas, afirmó la especialista del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). En esa muestra cerámica se puede observar claramente como las piezas se vuelven cada vez más coloridas y sofisticadas, conforme pasa el tiempo y va cambiando también la filosofía y visión del pueblo maya.

Todas son piezas originales cuidadosamente elegidas, exhibidas en una vitrina que mide más de 13 metros de largo, dijo, pues la idea es que los visitantes tengan una idea general de la historia y de lo que conocerán al momento de ingresar a la zona arqueológica. Posteriormente, se accede a la llamada «Sala Histórica», que tiene un vestíbulo dedicado a Dzibilchaltún, a las piezas más representativas que se han encontrado y está preparado para recibir más piezas que pudieran encontrarse en futuras exploraciones del sitio.

De hecho, a finales del siglo pasado se agregaron piezas que reforzaron el discurso de los primeros hallazgos hechos en el lugar, cuyas piezas formaban parte del entierro de un personaje importante de Dzibilchaltún, apuntó. Son incontables los espacios interesantes que este museo presenta, recomendamos en un 100% visitarlo.

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