Los riesgos de Tinder, la app para conocer gente que está de moda

La última tendencia en hábitos de solteros y solteras para conocer gente nueva se llama Tinder, una aplicación para smartphones que permite ver en tiempo real las personas disponibles cercanas al punto geolocalizado donde te encuentras, comenzar un chat y si se ponen de acuerdo, encontrarse personalmente.

Claro está, se trata de una herramienta muy cómoda en tiempos de comunicaciones modernas, que abre las posibilidades de conocer a muchas personas. Pero no faltan los inescrupulosos cybercriminales que aprovechan esta app para robar a las personas, o algo peor. Por eso, hay que tomar recaudos a la hora de recurrir a Tinder como forma de conocer gente.

Para quienes no saben cómo funciona Tinder, tiene puntos en común con los sitios de citas online, pero llevado al plano de los smartphones. Así, el usuario crea su perfil y agrega fotos. Luego, puede ver cuando lo desee, perfiles de otros usuarios. La novedad es que mediante los smartphones, los usuarios son geolocalizados, esto significa que se puede ver en tiempo real a aquellos que están geográficamente cerca de donde el usuario se encuentre.

Si dos usuarios se gustan mutuamente, hay coincidencia. Entonces, la app permite que ambos entablen un chat privado mediante sus smartphones. Pueden intercambiar información de ambos y si se ponen de acuerdo, concertar una cita real.

Se han reportado en Tinder la proliferación de perfiles falsos, que llevan al usuario por ejemplo, a sesiones de videochat o webcam para adultos, que son pagas. Se le piden los datos de su tarjeta de crédito y ahí es cuando se cometen fraudes. Una forma de detectarlo es si la otra persona “se enoja” si nos negamos a ingresar al link que nos pasa.

También se ha utilizado Tinder para promover un juego llamado Castle Clash, en el que se invita al usuario con un mensaje que dice “juega un rato conmigo y  podrás conseguir mi teléfono”. Al igual que con las webcams, el bot (robot informático que simula un chat con una persona real), invita a visitar un sitio web en el que se le pedirán sus datos.

Un dato clave es que el bot nunca será quien inicie la conversación, sino que responderá a partir de la interacción del usuario. Además, será fácil comprobar que no hay intereses en común, ya que como copian información de perfiles de Facebook, no completan el campo de “intereses”. Se recomienda siempre leer la “bio” del usuario que nos resulte sospechoso, para darnos cuenta si se trata o no de una persona real.

Hay que considerar que en esta app se comparte información sobre nosotros como ubicación, fotos, edad o datos personales. Se recomienda ser bastante cuidadosos con lo que se revela a través del chat y cómo se hace. Podría utilizarse para perjudicarnos, robándonos dinero o peor aún, utilizando nuestras fotos para fines delictivos, por ejemplo, crear otro perfil para engañar a usuarios.

En caso de detectar un perfil falso, lo mejor es reportarlo inmediatamente. Al hacer click en el perfil deberían aparecer tres puntos bajo la imagen, donde podrás denunciar al usuario con la opción “Me parece SPAM”.

Hay que tener cuidado con las fotografías que publicamos, teniendo en cuenta que alguien podría hacer un mal uso de ellas. Y la información que ofrecemos sobre nosotros, también podría utilizarse para fines delictivos. Ser muy cuidadosos con lo que publicamos y con cómo nos manejamos, es la clave para minimizar riesgos.

Desde luego, un riesgo importante que podemos correr es al ir al encuentro de alguien que realmente no conocemos, en persona. Se debe elegir un sitio público, informar a otras personas dónde estaremos y con quien, y dilatar un poco el momento de estar a solas con esa persona en algún ámbito donde estemos desprotegidos, tratando de asegurarnos que no corremos riesgos.

En definitiva, no hay que bajar la guardia como si nada, y aprovechar la aplicación pero sin perder de vista los riesgos. Un poco de desconfianza puede ser una actitud sensata, pues si conocemos a alguien que realmente valga la pena, habrá tiempo después para relajarse.

Sea el primero en comentar

Deje un comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*