Dietas para bajar de peso en verano sin sufrir. Las dietas y la salud

Dietas para bajar de peso en verano sin sufrir. Las dietas y la salud

Dietas para bajar de peso en verano sin sufrir

Dietas para bajar de peso en verano sin sufrir. Las dietas y la salud

 

El cuerpo funciona como una unidad inteligente, cuyo propósito primordial es mantenerse con vida. Si la dieta que adoptas supone una restricción drástica de consumo, si pasas muchas horas sin alimentarlo, él buscará la manera de hacer reservas en depósitos de grasa a “plazo fijo”, para tener recursos cuando escaseen.

Primera regla: comer cada dos horas un bocadillo, una fruta, una galletita con queso, etc. La idea es evitar que las luces de emergencia se enciendan, porque cuando se llega a ese punto, el mecanismo de reserva se activa y todo lo que comas será asimilado y guardado. No esperes a tener “hambre” para comer.

El organismo necesita una variedad de nutrientes para atender todos los aspectos de un normal funcionamiento, los diferentes tejidos requieren de ciertos minerales, proteínas, azúcares, carbohidratos, aminoácidos, etc. Una dieta que elimina alguno de estos elementos, producirá trastornos, a veces graves.

Segunda regla: comer variado, incluyendo:

a) podemos consumir proteínas saludables de carnes magras, especialmente conejo, pavo, pescado, si eres vegetariano, no olvides consumir legumbres, cereales y frutos secos.

b) los carbohidratos complejos en los granos enteros, arroz, trigo sarraceno, mijo, avena, cebada, palomitas de maíz, panificados integrales.  En las verduras también los encontramos, consume: batata, brócoli, acelga, espárragos, berenjena, legumbres como lentejas, arvejas, porotos negros, mantecosos, rojos, alubias, garbanzos, etc. Por otra parte, tenemos una fuente riquísima de carbohidratos complejos con antioxidantes, que son las frutas: manzanas, bananas, sandia, durazno, peras, ciruelas, damascos, melones, fresas, frutillas, arándanos, cerezas, pomelo y la gran estrella de todas las frutas, el limón. Un consejo extra, jamás mezcles cítricos como la naranja y la mandarina con otras frutas.

Si incorporamos cierta cantidad de calorías, pero gastamos menos que eso, en alguna parte del cuerpo algo se está acumulando.

Tercera regla: cuando te quedas quieto, la ley de gravedad actúa a su antojo, todo se cae, todo se agranda. El movimiento contrarresta la gravedad. Recordemos que el ejercicio tiene grandes bondades: oxigena, limita la producción de radicales libres, estimula el metabolismo, quema los depósitos de grasa porque activa el recurso orgánico de utilizar las reservas, previene y mejora la aterosclerosis, los niveles de colesterol, triglicéridos y ácido úrico, protege el sistema cardiovascular, etc. Además mejora el ánimo, previene la depresión, ansiedad y estrés.

La cuarta regla habla de tu forma de alimentarte: enfoca tu atención en la comida, no comas distraído, porque comerás demás. Sirve una porción media, en un plato chico, deja en la cocina las fuentes, pon delante del plato un bollito de pan integral y juega a administrarlo para que alcance para toda la comida. No bebas líquidos muy fríos ya que “apagan los fuegos” de la digestión. No tomes leche, substitúyela con semillas y harina de sésamo (120 veces más calcio y contiene vitamina D para fijarlo a los huesos), utiliza poco aceite de girasol, por ejemplo, para cocinar (si no te gustan los aerosoles, puedes usar unas gotas y esparcir con una servilleta de papel), no comas frutas hasta después de dos horas para evitar fermentaciones y acidosis. Toma un té verde como digestivo, te ayudará a metabolizar mejor la glucosa. Si comes pastas: que no sea de noche, y puedes agregar arvejas para hacer más lenta la metabolización de la glucosa, evitando la excesiva producción de insulina.

La prevención no es una cualidad muy popular, en lo que se refiere a la salud y especialmente a los problemas de sobrepeso. Como siempre esperamos al último momento para ponernos en forma, buscamos fórmulas mágicas que nos ayuden a ponernos la bikini o el short, sin parecer un embutido. La magia existirá si somos coherentes. Si comprendemos algunas pautas de funcionamiento de nuestro organismo, será fácil incorporar algunos hábitos nuevos, agradables y saludables, que nos permitirán llegar honrosamente a nuestra meta.

 

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