La importancia de jugar con tus hijos

Aunque en ocasiones resulte difícil y la falta de tiempo atente contra el vínculo que se establece entre niños y padres, es importantísimo poder jugar con los más chicos para forjar en ellos buenos valores que les serán de utilidad a lo largo de su vida.

Recuerda que regresar del trabajo y dedicarle un tiempo a tus hijos es tan o más importante que el trabajo mismo, por ende debes asumir la responsabilidad (hermosa responsabilidad) de compartir con ellos momentos amenos. En el texto siguiente vamos a rescatar la importancia que reviste para la gestación de una buena familia el hecho de poder jugar con tus hijos.

 

La importancia de jugar con tus hijos

Rescatar la importancia de jugar con los más pequeños implica reconocer un doble crecimiento personal que se desprende de la tarea: ese crecimiento tiene que ver con el fortalecimiento de la autoestima en los más pequeños y por consiguiente, con un enaltecimiento de la labor de padre en tanto se muestra preocupado (y ocupado) por aquello que sucede al interior de su familia. En definitiva, jugar con tus hijos representa una tarea enriquecedora que bajo ningún punto de vista debes permitirte dejar de hacer.

El juego, en términos concretos, permite a los más chicos desarrollar su creatividad y fortalecer su imaginación, dos herramientas indiscutidamente beneficiosas que serán utilizadas a lo largo de su vida. Lo cierto es que sendas cualidades sólo son susceptibles de ser desarrolladas cuando pequeños, es decir, si un chico no juega cuando chico, no podrá reconocerse creativo y capaz de imaginar soluciones a determinados problemas una vez que ya es grande.

Para un desarrollo saludable del cerebro, no alcanza con una buena alimentación y lo cierto es que actividades de estas características (lúdicas, entre padres e hijos) colaboran en demasía en fortalecer las aptitudes cognitivas de las personas. De la misma manera, su estado emocional se potencia en base al fortalecimiento de su autoestima, aquella que se desprende del vínculo concreto que establece un niño en el seño de su familia.

Los mayores, representan un punto de referencia para los más chicos y le permiten “salirse de sí mismos” reconociendo en el mundo otros mundos posibles con los que es preciso socializar. Jugar con los más pequeños es entonces una oportunidad que no debe ser desaprovechada, excusa perfecta para dar y recibir afecto con seres queridos por nosotros.  En definitiva, una oportunidad para conocerse y reconocerse en el otro, haciéndole a los más chicos un regalo difícil de valuar y con el que convivirán por el resto de sus vidas.

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