Experimentos demuestran que las plantas pueden anticipar cuando serán comidas o dañadas

Para algunos, las plantas nunca han sido portadoras de gran inteligencia o reflejos, y simplemente están “presentes”, disfrutando de días soleados pero no pudiendo hacer muchas mas actividades.

Recientemente, dos científicos de la Universidad de Missouri, llamados Appel y Cocroft, estudiaron una planta llamada Arabidopsis. Se trata de una que es usada comúnmente para experimentos, ya que es de rápido crecimiento y se conoce mucho sobre ella; son hierbas de pequeño tamaño originarias del continente europeo, y pueden ser consideradas como primas de otros productos de la tierra como la mostaza y el repollo. La Arabidopsis fue la primera planta cuyo genoma se secuenció completamente, alrededor del año 2000.

Recientemente, los investigadores dejaron que orugas se alimentaran de un grupo de las Arabidopsis, y, usando equipos especiales, grabaron los sonidos y vibraciones que los insectos emitían al masticar las hojas.

A continuación Appel y Cocroft tomaron dos nuevos grupos de plantas. Para el primero reprodujeron la grabación de los sonidos emitidos por las orugas al alimentarse de las Arabidopsis. Mientras que al segundo le reprodujeron una grabación sin sonido de orugas comiendo: solo ruidos y vibraciones ambientales naturales. Para finalizar, colocaron orugas en ambos grupos y las dejaron alimentarse.

Los resultados mostraron que la Arabidopsis que había sido expuesta a los sonidos de insectos comiendo tenía más aceites de mostaza en sus hojas que la del grupo de control (el cual no había sido expuesto a ningún sonido). El aceite de mostaza  es un químico que a muchos insectos les desagrada y tratan de evitar, debido a esto es un mecanismo de defensa de estos vegetales.

Las plantas expuestas a vibraciones naturales, como el viento, o las de otros insectos no usados en el experimento, no aumentaron sus defensas químicas en absoluto, lo cual indica que las plantas son capaces de distinguir vibraciones de insectos alimentándose de ellas, de otras que tan solo son parte de su ambiente. Este es el hallazgo sorprendente que demuestra que realmente poseen más recursos  de los que suponemos.

Los próximos pasos a seguir para los investigadores serán el aprender más acerca de cómo exactamente las plantas sienten las vibraciones, y que partes de los complejos sonidos son las más importantes. Los resultados de este tipo de trabajos no son solo con fines académicos, sino que pueden beneficiar el cultivo de plantas, dándoles a ellas una manera natural de incrementar sus propias defensas contra las pestes que puedan atacarlas.

Los descubrimientos sorprendentes y curiosos que aparecen en todos los ámbitos de la ciencia ocurren día a día, y en esta ocasión le tocó a las plantas, que se han ganado un nuevo y merecido respeto.

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