Con la primavera avanzada y la llegada del verano, los cuerpos ávidos de sol salen al aire libre para broncearse con sus rayos. Sin embargo, a estas alturas a nadie escapa que el sol es un factor de riesgo para la salud, y por este motivo es indispensable el uso de un protector solar, con un nivel de FPS adecuado a nuestro tipo de piel.
Pero además de elegir un FPS equivocado, son muchos los errores con el protector solar que exponen nuestra piel a las temibles radiaciones ultravioleta. Por eso, aprendamos cuáles son para evitarlos.
Errores con el protector solar
El error más frecuente se relaciona a la cantidad de producto, ya que por lo general, se tiende a utilizar demasiado poco, los expertos recomiendan que para una aplicación completa en todo el cuerpo, se debe utilizar el equivalente a un shot o chupito (vaso pequeño donde suelen servirse medidas de bebida, como tequila).
Otro descuido es no reaplicar el producto cada cierto tiempo, teniendo en cuenta que la efectividad se pierde si se transpira demasiado o si nos damos un baño – más allá de que sean resistentes al agua –. Los dermatólogos indican renovarlo cada dos horas o después de cada baño.
Las fórmulas en spray son prácticas, por la comodidad y rapidez de aplicación. Sin embargo, es necesario distribuir el producto con la mano como con las cremas, puesto que de lo contrario, corremos el riesgo de concentrar el producto en algunas áreas y dejar sin cuidado otras (lo que además, produce feas manchas).
Otro error es pensar que la ropa nos ofrece una protección total. Lo cierto es que su capacidad de cuidarnos del sol es limitada. No es necesario aplicar producto bajo la ropa si sólo se estará por poco tiempo al sol, pero si se va a pasar un rato más prolongado, es necesario hacerlo. Se calcula que una camiseta blanca tiene un SPF 7, lo que puede ser insuficiente si la exposición es prolongada y más si se trata de un horario inadecuado.
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