En el presente artículo, esbozaremos algunas líneas que permitirán al lector comprender el documental como género cinematográfico y al mismo tiempo, reconocer en él una forma de expresión artística con un alto grado de sensibilidad y sentido estético.
A grandes rasgos, podemos decir que el documental es una forma de expresar sucesos de la realidad en formato audiovisual.
Desde el punto de vista estético, los documentales cinematográficos están dotados de imágenes reales o a veces éstas, son combinadas con recreaciones e imágenes informativas.
No es un detalle menor y es preciso que lo tengamos en cuenta: para que un documental tenga peso y cumpla con su función comunicativa, debe tener información relevante y esta ha de ser recabada o producida de forma precisa.
En lo que refiere al contenido y la forma, el documental es entonces un género particular dentro de la cinematografía.
Ahondando en cuestiones estéticas, vale decir que el documental propiamente dicho, puede mostrar las historias desde un punto de vista simple y directo, reproduciendo la realidad tal como pasó o como pasa en el momento de filmación.
De igual manera, esta forma de realización para nada es excluyente, ya que también pueden hacerse retoques técnicos y la propuesta puede incluir determinados efectos especiales.
Hay cuestiones centrales – de índole estéticas e informativas – que obligan al realizador de un documental a tomar decisiones precisas en función de lo que quiere producir, cómo quiere hacerlo, intentando seducir a qué público, etc.
El género audiovisual en general, y el formato documental en particular, son ambos una una forma de comunicación privilegiada.
Desde allí, se puede problematizar y exponer argumentos de relevancia a la hora de abordar un tema, y en lo que concierne a nosotros una forma precisa de comunicarnos eficazmente por la vía de la imagen y el audio.
Si se quiere, el género documental puede reconocerse como un canal inmejorable y ampliamente variado de presentar sucesos de la realidad en forma concreta y profesional.
En definitiva, el documental es una vía de expresión y comunicación muy interesante y que puede ser ampliamente explotada en la actualidad por medio del uso de nuevas tecnologías.
Sin dudas que como ocurre con todas las formas de comunicación, el género documental encuentra en la actualidad una nueva oportunidad de repensarse, siempre teniendo en cuenta que la nueva plataforma que conocemos como internet representa una importante oportunidad de crecimiento y difusión para el formato.
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