¿El control a través del miedo?

¿El control a través del miedo?

En plena era de las comunicaciones, los medios de comunicación masiva pareciera que ejercen cierto poder dentro de las sociedades. Abandonaron su función netamente  informativa , funcionando como un organismo que siembra miedo, angustia y terror a nivel colectivo.

Si vemos cualquier informativo televisivo o escuchamos ciertos programas radiales, pareciera que el miedo es un estado permanente en la vida cotidiana de las personas. Así cualquiera puede percibirse amenazado, incluso sin ser parte de los problemas que se informan.

Se habla así de una cultura del miedo, para referirse a una percepción común de miedo y ansiedad en discursos públicos, relaciones personales e interacciones sociales. Sin lugar a dudas, esto afecta la manera en que las personas se relacionan con los demás.  Es un fenómeno relativamente nuevo que surgió  de la mano de la sociedad de la información.

Hay quienes sostienen que es un fenómeno dirigido conscientemente, como una política de alarmismo. Entre los que tienden a argumentar que la cultura del miedo está siendo intencionadamente elaborada, podrían mencionarse al lingüista Noam Chomsky, al sociólogo Barry Glassner, a cineastas políticos tales como Adam Curtis y Michael Moore o reporteros como Judith Miller. Los motivos detrás de tal plan premeditado de alarmismo varían, pero dependen del potencial de control social, que una población desconfiada y atemorizada, puede ofrecer a aquellos en el poder.

Incluso el cineasta Michel Moore, en  “Bpwling for Colombine” adelanta la hipótesis de que es el miedo lo que hace a unas sociedades más violentas que otras; la violencia sería una expresión del miedo. Por lo tanto, en las sociedades temerosas es donde se legitima la violencia como un instrumento del poder.

El miedo entonces se instaura como una estrategia de control y regulación social, dicen los sociólogos que no tanto por su capacidad destructora como por la idea instalada de nuestro desamparo y el débil tejido social.

En este sentido es donde juegan un papel central los medios de comunicación. Nadie niega que existe la inseguridad, pero cabría preguntarse por qué nunca se muestra la realidad íntegramente y solo son recortes. Otra pregunta que deberíamos hacernos es  quiénes y según qué criterios se seleccionan las noticias.

Hace varias décadas atrás ya, George Orwell en su novela “1984” nos anticipaba una sociedad controlada si la gente seguía delegando sus responsabilidades en las “autoridades”. Una sociedad con miedo recurrirá siempre a las “autoridades” en busca de protección.

En la vida real, el inicio del siglo comenzó con una incesante  sucesión de hechos alarmantes, multiplicado por los medios de comunicación. El más impactante sin dudas fue el atentado contra las Torres Gemelas en EE.UU, a partir de ese hecho se sucedieron: la invasión norteamericana a Afganistán, luego la Guerra en Irak y un sinnúmero de atentados en Oriente Medio que siguieron alimentando el síndrome del miedo, el terror, la inseguridad y la vulnerabilidad de todo el sistema, que anteriormente brindaba certidumbre individual y social.

En este mismo sentido, la paz, la calma, la tranquilidad no pueden ser duraderas, es necesario alimentar el imaginario con actos, alimentar el miedo con experiencias que la gente comente y retroalimente. Esta es una de las funciones de la cultura y sus dispositivos , como los medios de comunicación de masas.

¿El control a través del miedo? – Artículos sobre educación

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