Educación Intercultural Bilingüe México

La educación intercultural entendida como la relación respetuosa para el enriquecimiento mutuo entre culturas, es la base sobre la que se sustentan los programas educativos creados en este ámbito en México. No hace más de tres décadas que la educación intercultural ha ganado terreno como práctica de respeto e igualdad entre culturas en el ámbito educativo.

Esta educación parte del reconocimiento de la diversidad y la multiplicidad de culturas, transitando hacia la interculturalidad que debe regir la interacción social. Con ella se intenta pasar de una escuela y un sistema educativo que privilegió la integración y la asimilación, a otro que reivindica el reconocimiento del derecho a la identidad cultural, a la convivencia igualitaria y respetuosa de diferencias lingüísticas y culturales, de diversas formas de construcción y transmisión de conocimientos.

Se trata de una innovación educativa con cierta tradición en el continente latinoamericano que surgió ante la insatisfacción de lo alcanzado por las políticas estatales de atención a la población indígena durante la mayor parte del s. XX. La EIB en Latinoamérica se propone finalizar con una relación de dominación invisible y por lo tanto poco cuestionada.

La EIB favorece dinámicas inclusivas en todos los procesos de socialización y convivencia basados en el fortalecimiento de los sentimientos de pertenencia a una comunidad, y procedimientos participativos en las instituciones educativas. LA EIB debe convertirse en una alternativa educativa orientada a brindar mayor calidad a los sistemas educativos en general.

Sin embargo, frente a estos propósitos tan contundentes, se alzan algunas voces críticas de la situación actual de la EIB en México. Las mismas sostienen que debe ser transformada sustancialmente, ya que se implementa con escasos recursos y los resultados de los servicios educativos en comunidades originarias son también reducidos.

Denuncian específicamente un inadecuado funcionamiento de las escuelas interculturales bilingües que no llegan a cumplir con la normalidad mínima que requiere el proceso educativo. Existe, además, un elevado ausentismo por parte de los docentes, una falta de condiciones mínimas de infraestructura y equipamiento, entre otras falencias.

Por otro lado, en México aún no cuentan con sistemas de formación inicial de docentes especializados en EIB. Por lo tanto, los docentes deben dominar la lengua del grupo originario pero no todos reciben formación adecuada para enseñar. Además los críticos del sistema, sostienen que las comunidades originarias no participan activamente en la incorporación de contenidos propios a la currícula.

También desde diferentes ámbitos se señala que la educación intercultural bilingüe solo comprende a la educación primaria, quienes desean continuar sus estudios más allá de este nivel deben hacerlo fuera de la comunidad.

Se han fijado tres objetivos a alcanzar para mejorar esta situación y de esa manera asegurar una educación básica destinada a poblaciones originarias. Éstos son:

  1. Adecuado logro de los objetivos educativos nacionales para la educación básica entre los niños de comunidades originarias.
  2. Dominio oral y escrito de la lengua originaria del grupo de procedencia, así como del español.
  3. Conocimiento y valoración de la cultura propia, así como el conocimiento y el respeto a las otras culturas que conforman la sociedad mexicana.

Esto supone un trabajo intenso en aquellas áreas señaladas con mayores falencias: formación docente, infraestructura, extensión de los programas de estudio y por sobre todas las cosas, participación activa de los miembros de las comunidades originarias.

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