¿Ecuador ha solucionado sus problemas de Educación con los últimos cambios realizados en su sistema educativo?

Desde hace un tiempo el gobierno de Rafael Correa en Ecuador, estableció una serie de cambios que califican de “revolución” en la educación de aquel país. El objetivo central es lograr una “educación democratizadora y de calidad”, es decir aunar calidad educativa e igualdad de oportunidades.

Esta decisión es producto de la conclusión a la que arribaron desde el ministerio de educación ecuatoriano: si no mejoraban radicalmente la educación en el país, nunca podrían salir del círculo vicioso de desventaja con el resto del planeta. El ministro coordinador de Conocimiento y Talento Humano, Gillaume Long añadió a estas expresiones que una educación de calidad y para todo el mundo es “un bien público que beneficia a toda la sociedad en su conjunto”.

Las modificaciones al sistema  se centran en tres ejes: rectoría, cobertura y calidad. Esto incluye la estructuración en 140 distritos a lo largo de todo el país que se encargarán de  revisar y solucionar lo que sucede en los establecimientos. Por su parte, el rector y el director son los líderes pedagógicos dentro del sistema, que será censado cada tres meses. El censo será sobre mobiliario, docentes e infraestructura y publicado en un boletín mensual junto a otras estadísticas.

También se redujo el 30% de la planta administrativa, teniendo en cuenta análisis en cada zona. Otro objetivo en este sentido es cambiar la cultura del personal, quien recibirá sanciones cuando no atienda las demandas de la gente.

Por otro lado, al constatarse deficiencias en la infraestructura  de los establecimientos educativos, se definió una fuerte inversión en este sentido. Se prevé construir 3.600 unidades educativas mayores (entre 1.000 y 1140 estudiantes), unidades educativas menores (570 estudiantes) y 1.800 a 1.900 unidades especiales (150 estudiantes).

En cuanto al eje de calidad educativa, el objetivo es consolidar la planta docente con nombramiento. Para incorporarlos al sistema educativo, habrá evaluaciones de desempeño, recategorizaciones y formas para ascender de categoría. También habrá oferta, para la formación de los maestros, de especializaciones y maestrías en universidades extranjeras. El lema de este objetivo es “si no cambiamos al docente, estamos perdidos”.

Para conocer el nivel  de calidad de educación se hacen evaluaciones y pruebas universales en Matemáticas, Lenguaje y materias optativas. Por otro lado, se hará una revisión de los contenidos de los textos escolares con expertos en cada área de conocimiento, con el objetivo de introducir mejoras en ellos.

Asimismo, un gran objetivo de esta “revolución educativa” es fortalecer la oferta de institutos técnicos, ya que actualmente se deben “importar” técnicos porque el país no cuenta con ese tipo de talentos. El gobierno apuesta por el talento no solo como destreza y habilidad, sino también como ciudadanía crítica. A través de él, afirman, se podrá acceder a la educación superior gratuita con un intenso programa de becas de pregrado y posgrado para estudiantes de escasos recursos, inclusive para realizar estudios en el exterior.

Todas estas acciones tienden en definitiva a “refinanciar lo público para que sea lo mejor” y a “dotar de prestigio al sistema educativo en general”. Sin dudas son objetivos muy ambiciosos que desde el gobierno actual de Ecuador sostienen que se pueden lograr.

El principal problema que enfrenta este país de 16 millones de habitantes es el índice  de pobreza que registra, de 24,6%, y el índice de analfabetismo que en 2010 alcanzaba un 6,8%. Según la visión de la Federación de Estudiantes de Secundaria (FES) las reformas e inversiones que ha hecho el gobierno, pese a ciertos progresos, todavía no han solucionado los grandes problemas de la educación en Ecuador.

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