Donación de órganos: importancia de la labor y preguntas frecuentes

Quizás la donación de órganos represente uno de los ejercicios más supremos de la solidaridad humana. Tal labor, es posible gracias al desinterés y la generosidad de determinadas personas que priorizan el bien colectivo incluso más allá de su propia vida y se erigen como donantes de órganos.

En otras circunstancias y bajo condiciones disímiles, la donación es posible también en donantes vivos, lo cual resulta un acto solidario incluso mayor. En el siguiente texto, compartiremos algunas preguntas frecuentes que giran en torno a la donación de órganos.

En función de lo dicho recién, es preciso presentar un primer interrogante: ¿Quién puede ser un donante vivo de órganos? Vale saber que aunque un número creciente de personas pretenda ser donante de órganos en vida, no todas están en condiciones de realizar tan altruista labor. Desde un punto de vista médico y psicológico, todos los posibles donantes deben ser analizados, a fin de evitar resultados contraproducentes en el proceso de donación.

 

Aquí, una lista de aquellas cuestiones que repercuten:

  • Un donante vivo debe ser conciente de la actividad que pretende realizar y estar seguro de aquello.
  • En líneas generales debe gozar de un óptimo estado de salud.
  • Debe tener entre 18 y 60 años de edad.

De la misma manera, es preciso analizar qué personas están en condiciones de donar órganos una vez que fallecen y bajo qué circunstancias esta cuestión es viable. La utilización del órgano de un donante cadavérico siempre estará sujeta a las causas que provocaron tal fallecimiento.

Llegado el caso en que una persona fallecida esté en condiciones de donar órganos, el equipo médico deberá decidir qué órganos y tejidos se encuentran aptos para ser reutilizados en el cuerpo de otro ser humano.

 

Cuestiones que se tienen en cuenta:

  • Para que un donante cadavérico pueda erigirse como tal, deberá haber fallecido en la terapia intensiva de un hospital. De lo contrario, su cuerpo no ha podido mantenerse de manera artificial apto para la donación de órganos.
  • Vale aclarar que la córnea si puede ser donada por una persona que haya fallecido en su domicilio.

 

Desterrar un mito

Como en toda esfera de la vida, la donación de órganos guarda incluso hoy en día un cúmulo a considerar de mitos que es preciso ir echando por tierra. Uno de ellos tiene además una connotación ampliamente racista y/o sexista que es preciso desestimar.

No hay cuestiones de género y raza que sean tenidas en cuenta en función de la compatibilidad necesaria a la hora de donar o recibir un órgano, por lo cual sostener aquello implica faltar a la verdad que nos propone la investigación científica en relación a la problemática de la donación.

Sea el primero en comentar

Deje un comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*