En la década de los ‘90, investigadores dieron a conocer un pequeño estudio que encontró que cuando los adultos escuchan la música del genio clásico Mozart se desempeñan mejor en pruebas de inteligencia. Numerosos estudios se han hecho desde entonces para comprobar cómo y qué tipos de alimentos aumentan la inteligencia de la misma manera que lo hace la música de Mozart. Aquí les dejamos una lista de los más poderosos alimentos que ponen a su cerebro a funcionar a toda capacidad.
Pescados aceitosos (salmón, sardinas)
Más de la mitad de la masa del cerebro está compuesta por lípidos, y más del 65% de estos son ácidos grasos que pertenecen a la familia conocida como Omega. Estas grasas son vitales para la producción y el desarrollo de las células del cerebro, así como también del mantenimiento de la fluidez de la membrana celular. También juegan un papel muy importante en la actividad neuronal. Pescados ricos en aceite como el salmón salvaje, el atún fresco y las sardinas contienen grasas omega 3 que ayudan a su mejorar la interrelación entre las células del cerebro. Como regla general, trate de comer al menos dos porciones de pescado ricos en aceite a la semana. Además, el pescado contiene fósforo y yodo; dos elementos importantes para que el cerebro se desempeñe correctamente.
Productos lácteos (leche, queso, crema)
Científicos estadounidenses y australianos midieron a voluntarios de una coeficiente intelectual alto y llegaron a la conclusión de que los participantes del experimento, que consumían diariamente productos lácteos, obtuvieron mejor desempeño en operaciones como pensamiento lógico y de la memoria que aquellos que descuidaron los yogures y quesos. Los productos lácteos grasos son especialmente útiles para nuestro cerebro ya que más de la mitad del mismo se compone de grasa. La falta de grasas cruciales puede llegar a ser la razón de diversas enfermedades, por ejemplo la esclerosis múltiple. Además, proteínas, calcio, vitamina D y magnesio se encuentra en los productos lácteos y jugan un papel importante en la estimulación de la actividad cerebral.
Hígado (pollo, ternera, carne de res)
El cerebro representa alrededor del 25% de las necesidades de oxígeno del cuerpo. El hierro es necesario para que el oxígeno llegue al cerebro por medio de la hemoglobina de la sangre. El hígado es uno de los alimentos que contiene este metal. Además, el hígado es una de las fuentes más importantes de vitamina B. Desde mediados de la década de ‘90 se conoce que estas vitaminas, principalmente las B1, B6, B9 y B12, mejoran la función cognitiva y resultados de las pruebas de inteligencia.
Granos enteros
Los granos integrales ricos en fibra son una parte integral de la dieta mediterránea. Las investigaciones al respecto demostraron que estas dietas pueden estar relacionadas con un menor riesgo de deterioro cognitivo y enfermedades degenerativas. Por lo general la gente no come nutrientes o alimentos en forma aislada; comen en combinación con otros alimentos por lo que hay valor en los patrones dietéticos. Este tipo de dieta puede reducir el estrés oxidativo, la inflamación y otros factores de riesgo vascular como la hipertensión arterial. Todo esto puede tener un papel en el aumento o disminución de riesgo de mal funcionamiento cerebral y enfermedades relacionadas. Dado que el cuerpo descompone los carbohidratos de la avena integral muy lentamente, le ayudan a mantenerse fuerte durante largas horas.
Carne roja magra
Un estudio publicado en el año 2011 encontró que las mujeres con niveles de hierro saludable se desempeñan mejor en operaciones mentales y las terminan más rápido que aquellos con un nivel de hierro más bajo. Este metal ayuda a transportar el oxígeno por todo el cuerpo y al cerebro. Para trabajar mejor, el cerebro necesita un suministro apropiado de oxígeno. La falta de hierro en la dieta puede reducir la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, impactando en la cantidad entregada a su cerebro. No obtener suficiente hierro también puede causar problemas como falta de energía, falta de concentración y cansancio. Es por ello que la carne baja en grasa es una excelente fuente de hierro y zinc; que son minerales importantes para la función cognitiva del cerebro. Estos elementos participan en la mitosis de las células del cerebro y en las reacciones de la síntesis de ADN.
Continúa en Alimentos para aumentar tu inteligencia (Parte II)
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