¿De qué se trata FOMO?

La sigla FOMO, significa en inglés miedo a perderse algo (Fears  of Missing Out). Se trata de una patología que se produce actualmente por el gran fenómeno de las redes sociales. Tiene que ver con el sentimiento que se desarrolla al conectarse permanentemente  a las redes y comprobar que otras personas de la red tienen vidas más interesantes que las nuestras.

 

¿De qué se trata FOMO?

FOMO  es un miedo social que siempre ha existido aun cuando no existieran estos medios de comunicación; el miedo a la exclusión. Ese temor se ha multiplicado ahora que hay acceso permanente a internet a través de los smartphones y la presencia de las redes sociales por medio de las cuales se puede saber de la vida de alguien todo el tiempo y en todo lugar.

Sufrir de FOMO es vivir con la ansiedad eterna y perpetua de  que están sucediendo demasiadas cosas y no le podemos prestar atención a todo y también de que las demás personas están viviendo mejores vidas que nosotros. Aparentemente las redes sociales, en especial Twitter puede ser responsable de esta situación.

Esto genera el interés y la necesidad de estar conectados con todo lo que hacen los demás todo el tiempo. Esto nos lleva tarde o temprano a perdernos de vivir nuestro propio presente. Así por ejemplo, muchos desesperan por enviar un tweet mientras están viendo un show en vivo.

Para revertir esta situación podemos empezar prestando atención  a lo que hacemos con respecto a las redes sociales, si tenemos urgencia en averiguar lo que están haciendo los demás a controlar lo que publican, las fotos que suben, etc. También podemos evaluar qué tanto nos está afectando en las actividades diarias, el trabajo, o las relaciones personales.

Incluso, existe un sitio para evaluar qué nivel de FOMO tenemos es ratemyfomo.com. Allí podemos rellenar  una encuesta para obtener la evaluación. Entre las preguntas que figuran en ella, está el uso que se hace de las redes sociales al momento de despertarse o mientras comemos, o cuánta ansiedad nos produce ver qué hacen nuestros amigos.

Como resultado de ello, podemos darnos cuenta que debemos desconectarnos al menos unas horas al día y de esa manera comprobaremos que el FOMO nos está haciendo perder muchas cosas de nuestra propia vida.

Este fenómeno se presenta en mayor medida entre personas de 18 a 33 años de edad, en una encuesta realizada dos tercios de las personas de esta edad reconocieron que experimentaron estos sentimientos. Otro dato llamativo es que se da en mayor medida en los hombres que en las mujeres.

Los investigadores advierten que estos síntomas pueden llegar a transformarse en problemas de salud mental para las personas. Una obsesión por quedar excluído puede derivar en ansiedad y depresión. Sin embargo otros psicólogos defienden las relaciones a través de las redes sociales; ya que pueden fortalecer las conexiones con otros, también pueden animar a personas tímidas a entrar en contacto con amigos y favorecer la planificación de actividades sociales y laborales.

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