Beneficios de dietas con fibra para pacientes con problemas cardíacos

Las personas que han sufrido de un ataque al corazón tienen bastante de qué preocuparse, en especial en lo relacionado a las prevenciones para evitar que vuelva a ocurrir, realizando un mejor cuidado de su cuerpo. Se han recomendado muchos métodos, desde ejercicios sencillos y leves como caminar regularmente, hasta cambios en los hábitos alimenticios. Es por ello que una reciente investigación ha determinado que las dietas abundantes en fibra ayudan a la salud de pacientes cardíacos.

 

10 gramos de fibra al día mejoran su calidad de vida

Si usted ha tenido un ataque al corazón, es aconsejable comer mucha fibra, ya que puede mejorar sus posibilidades a largo plazo de recuperación, según señalaron los investigadores. Sobrevivientes de ataques cardíacos fueron más propensos a sobrevivir nueve años más tarde si seguían una dieta rica en fibra, asegura un estudio publicado en el British Medical Journal, que vinculó un aumento de 10 gramos por día en la ingesta de fibra con una merma del 15% en el riesgo de fallecimiento. De este modo, una dieta rica en fibra puede mejorar la presión arterial y el colesterol.

Una dieta baja en fibra se asocia con el estreñimiento y enfermedades  relacionadas con el intestino, como el cáncer de intestino; pero también puede tener consecuencias para la salud del corazón. El equipo de la Escuela de Harvard de Salud Pública analizó los datos de dos grandes estudios estadounidenses en donde han participado más de 4 mil hombres y mujeres que habían sobrevivido a un primer ataque al corazón y habían proporcionado información sobre su dieta habitual a través de cuestionarios.

 

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Dichos pacientes han obtenido casi nueve años de incremento en la expectativa de vida después de los ataques del corazón, tiempo durante el cual 680 de las mujeres, y 450 de los hombres fallecieron. De modo que la conclusión que los expertos han extraído de esta investigación es que las posibilidades de supervivencia parecen estar vinculados con el consumo de fibra, que era sobre todo de cereales para el desayuno. Es así como uno de cada cinco personas que comían más fibra tenían una probabilidad de 25% de prolongar por una década su expectativa de vida.

Los investigadores dicen que los resultados apuntan a un solo espectro del estilo de vida que la gente debe tener en estos casos, acompañándose de (por ejemplo) su medicación para mejorar sus perspectivas de salud a largo plazo. Al respecto, Victoria Taylor, de la Fundación Británica del Corazón, comentó sobre los hallazgos: “los alimentos ricos en fibra son una parte clave de una dieta sana y equilibrada, y este estudio sugiere que pueden tener un beneficio particular para los sobrevivientes de ataques cardíacos. No podemos decir con certeza qué causó el beneficio provisto por la fibra aquí, pero sí sabemos que, en promedio, no estamos obteniendo suficiente fibra en nuestra dieta.”

 

Alimentos ricos en fibra

Frutas, como plátanos y manzanas, hortalizas de raíz, como las zanahorias y las patatas, el pan integral y cereales de salvado son buenas fuentes de fibra para su dieta. La fibra proviene de una variedad de alimentos, y para obtener más fibra, puede hacer simples cambios en sus hábitos de consumo. Por ejemplo, cambiar el pan blanco por pan integral u optar por los cereales de desayuno altos en fibra.

Para expresarlo de modo sencillo: la fibra es una sustancia que se encuentra en plantas, por ello la “fibra vegetal”, el tipo de que comemos los humanos, se encuentra en frutas, verduras y granos. Como el cuerpo no puede digerir la fibra, ésta pasa a través de los intestinos rápidamente, aportando volumen a la dieta, dado que hace que uno se sienta lleno de manera más rápida, lo que puede ayudar a controlar el peso. Es por ello que, si usted sufre algún problema relativo a los intestinos, debe consultar con su médico de cabecera, ya que una dieta rica en fibra si bien puede ayudar con, por ejemplo, el estreñimiento; también puede empeorar los síntomas de otras afecciones relacionadas al intestino.

Se recomienda comer de entre 20 a 35 gramos de fibra diarios, variando los tipos de alimentos. Las verduras son una fuente mayor de fibra, como la lechuga, acelga, zanahorias crudas y espinaca. Para el invierno, la calabaza y brócoli cocidos son buena fuente de fibra. Por otra parte, puede obtener más fibra comiendo legumbres, como lentejas, garbanzo y arvejas (pero de las secas, previa cocción). Las frutas son otra buena fuente de fibra, como (los ya bien conocidos) panes integrales (trigo y centeno), arroz integral, cereales calientes y los ricos en fibra como el salvado.

 

Fuentes: British Medical Journal, British Heart Foundation, NutriciónySalud.

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