Compartimos recientemente algunos consejos útiles para comenzar la universidad, y forjar nuevos vínculos con los compañeros y docentes. En este sentido, existen algunas actitudes que conviene evitar, dado que no ayudarán a este propósito.
Un buen consejo es no volverse extremadamente competitivo y crear tensión con los compañeros. A nadie cae bien una persona que sólo está pensando en sacar ventaja y que todo el tiempo trata de destacarse por sobre los demás. Las comparaciones no son buenas, cada uno tiene su propio ritmo y a algunos les irá mejor en algunas materias que a otros. Aprovecha los grupos de estudio y los trabajos en equipo para enriquecerte de forma honesta, y no para intentar pasar por encima de los demás todo el tiempo, teniendo en cuenta que la Universidad también otorga una red de contactos. El día de mañana serán colegas, y nunca se sabe cuando uno de ellos podría tenerte en cuenta para una gran oportunidad.
De la misma manera, a los profesores no suelen agradarles los estudiantes demasiado obsecuentes. Está genial participar en clases y aprovechar esos encuentros para despejar todas tus dudas, porque para eso está el profesor. Pero levantar la mano cada cinco minutos, intentar acaparar la atención del profesor en todo momento y exagerar en demostrarle al docente interés por su cátedra, es más perjudicial que otra cosa, y en lugar de generar un buen concepto, produce todo lo contrario.
En última instancia, hay que tener en cuenta que la calificación final no es lo más importante, sino aprender, volverse eficiente, tener capacidad de análisis y resolución, saber trabajar con otras personas. En ningún empleo futuro te tomarán sólo por tener calificaciones altas – de hecho, es probable que en la mayoría de las entrevistas ni se fijen en eso. Un buen profesional se percibe de otra forma, y es un conjunto de virtudes que incluye a las habilidades sociales.
No se debe dejar todo para último momento. Es una mala estrategia. Estar al día con la lectura del material, con las actividades encomendadas, y preparar los exámenes con tiempo suficiente para estudiar debidamente la materia, hará que realmente saques provecho a tu estudio. Está bien tener momentos de ocio, pero una rutina de estudios desorganizada es insostenible en el tiempo. Por ello, es importantísimo establecer al principio del curso una rutina donde se especifique en tu semana en qué horarios y dónde te dedicarás a estudiar o realizar tus trabajos.
No se debe perder las clases, puede surgir la tentación de saltearse alguna, pero es importante tener responsabilidad y tratar de cumplir con todas, y una vez allí, participar activamente de ella. Son importantísimas, y no se debe perder la posibilidad de contar con el profesor para plantear dudas, y aclarar todos los temas.
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