Dejar de fumar no suele ser una tarea fácil, y lo cierto es que para hacerlo se requiere en primera medida de una enorme fuerza de voluntad. Como toda afección, el tabaquismo representa un problema físico a considerar y para superarlo debemos realizar una labor mental a veces maratónica. De todas formas, hay alternativas al respecto y aquí pretendemos compartir algunos consejos que te ayudarán en la difícil pero no imposible tarea de abandonar tu hábito de consumir tabaco.
En relación a la tendencia que se reconoce hoy en día a recaer en el tabaquismo, podemos decir que para evitarlo hay determinadas personas o instituciones sociales que sirven de apoyo. La familia, los amigos, una pareja, todas esas instancias relacionales pueden ser de gran ayuda pero para evitar el consumo de tabaco lo que es realmente imprescindible tiene que ver con una actitud personal. En definitiva, no empezar a consumir tabaco o dejar de hacerlo con el paso del tiempo, esas dos dimensiones pueden ser resueltas pura y exclusivamente en el plano personal.
Lo primero que debemos decir es que si has intentado dejar de fumar y no lo logras en el primer intento, puedes seguírtelo proponiendo. Las estadísticas indican que muy pocas personas consiguen dejar de fumar en el primero intento, pero que el número de personas que logran su objetivo avanza con la persistencia de los mismos. En ese marco, no vale la pena frustrarse si no conseguimos dejar de fumar de un día para el otro y la primera vez que lo intentamos.
Una actitud importante a la hora de intentar dejar de fumar, implica anotar en papel y dejar sentado por escrito cuáles son aquellas cuestiones por las cuales uno pretende evitar el consumo de tabaco. Enumerar aquellas cuestiones que movilizan a uno a dejar de fumar, es una manera de potenciar nuestras posibilidades, sobre todo si nos disponemos a leer aquello que hemos escrito de forma regular. Ni hablar si estamos en un momento de debilidad en el que pretendemos fumar un cigarrillo, ahí es indispensable leer la lista que hemos diseñado y evitar el consumo de tabaco.
De igual forma, es preciso retirar del hogar y el lugar de trabajo todos los elementos relativos al consumo de tabaco. Al tiempo que se desprende de los cigarrillos, es preciso desestimar los ceniceros y encendedores, así como todo elemento que pueda ser alusivo al consumo de tabaco. Dejar de fumar no es una labor imposible, pero para lograrlo se requiere un ejercicio constante en el que la fuerza de voluntad personal juega un papel de vital relevancia.
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