Las redes sociales tienen decenas de usos y beneficios: sirven para el entretenimiento, la interacción social y la difusión de noticias, entre muchas otras cosas. Pero a la vez son también una gran herramienta comercial y de marketing.
A veces este fin de lucro es evidente, como en páginas que representan negocios locales, que venden bienes y servicios en tiendas virtuales, o que se dedican a la propaganda y la publicidad. Pero otras veces, el lado comercial se encuentra camuflado ante el simple espectador, hecho que mucha gente desconoce.
¿Alguna vez te ocurrió que una página a la que le diste Like muchísimo tiempo atrás (generalmente sobre cosas sencillas y comunes a mucha gente, como amar el chocolate o ser fan de “Los Simpsons”) de repente sale de la inactividad en la que se encontraba, y comienza a emitir publicaciones sobre temas totalmente distintos? ¿Y también que si damos click a estas publicaciones nos suelen llevar a páginas de terceros, generalmente de contenidos virales o llenas de anuncios?
Esto justamente ocurrecuando el administrador que creó la página la vende a un tercero que está buscando hacer llegar su publicidad a la mayor cantidad de gente posible. Tal vez la página de amantes del chocolate no fue creada en primer lugar con esta intención comercial oculta, sino que simplemente se le presentó una oportunidad de negocios al administrador tiempo después; pero que no quepa duda, muchísimas fan-pages son creadas con el fin de ser vendidas luego a empresas que buscan foros para bombardear con contenido publicitario.
Esta tendencia parece ser mayor en lugares específicos, como España, pero solo basta con hacer una búsqueda en Google para encontrar avisos de compra-venta de diversos países. Y esto no solo se limita a Facebook, sino también a Twitter y las mayores redes: “Se vende cuenta de Twitter con más de 6000 followers”, “Vendo fan page de Facebook con más de 1 MILLÓN DE FANS, pedir URL por privado”, y así… montones de clasificados buscan compradores o vendedores. Los precios varían, pero pueden llegar a encontrarse pedidos alrededor de los 1000 dólares.
El negocio está justamente en que las publicaciones llegan a miles de fans, lo cual es fácilmente medible con el sistema de estadísticas que ofrece Facebook para sus páginas, que incluye gráficos y datos detalladísimos como país, sexo y edad de los visitantes. Aunque no todos los que ven las publicaciones vayan a clickear sobre ellas, con que solo un 10% de 1.000.000 lo haga ya es definitivamente un buen negocio.
No creemos que este nuevo “servicio” esté contemplado por las reglas y leyes de la omnipresente red social mencionada, o tampoco en las de Twitter, ya que al fin y al cabo es un engaño a los fans que dieron click a una página y terminaron siendo receptores de spam indeseado. De todas formas tampoco es realmente perjudicial, ya que siempre se puede dejar de seguir a la página que nos está enviando información que no deseamos, y problema resuelto.
Lo que siempre es conveniente (y se vuelve el principal motivo por el que compartirles esta información), es para ver detrás de las apariencias, y comprender como en esta era de la tecnología, hasta el inocente “Like/Me gusta” en una red social tiene un precio en el mercado, y ni hablar de cuando multiplicamos al mismo por millones.
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