Cuando Morfeo no viene a visitarnos: Alteración del sueño

La calidad de nuestro descanso depende muchos factores, y la calidad de nuestro día depende de nuestro descanso. La mente es como un ordenador que necesita “ resetearse” diariamente, apagar el sistema en dos oportunidades: la primera es durante el día, durante la siesta. Este corto lapso de descanso, permite un respiro en el ajetreado día laboral. La mente, el sistema nervioso, los ritmos biológicos, se restablecen en sólo 15 minutos, permitiendo recuperar energía, lucidez, y sobre todo, el enfoque más saludable.

La segunda oportunidad que tenemos es durante la noche, y como se trata de un tiempo más prolongado, hay varios aspectos a tener en cuenta, que pueden evitar que el descanso sea reparador. Si al despertar, la sensación es de entumecimiento, cansancio, aletargamiento, dolores en diferentes partes del cuerpo, es posible que las siguientes recomendaciones, te ayuden:

1- El famoso vaso de leche tibia, no induce al sueño, por el contrario, te inflama, hace que tu sistema digestivo trabaje durante el sueño, digiriendo nada menos que lactasa y grasa vacuna. Cambia por un té relajante. Comer copiosamente poco antes de dormir, asegura una mala noche.

2- Lleva un libro, pero no cualquiera, la mente emite imágenes sobre lo que lee, un libro de suspenso o terror, no te ayudará, pero sí uno que relate viajes, reflexiones, etc.

3- La habitación es el lugar donde se duerme, no la utilices al final del día para hablar sobre problemas con tu pareja o tus hijos, justo antes de dormir. La energía del lugar quedará repleta de conflictos, tu mente “enganchada” activará el botón replay, y estarás horas pensando en lo que dijiste y te dijeron. Mejor habla en la sala, unas dos o tres horas antes de ir a dormir, y deja allí todos los temas.

4- Usa ropa cómoda o duerme desnudo, con sábanas de algodón, no de mezclas sintéticas, para evitar las descargas de estática en tu piel, ya que la electricidad se registra en el cuerpo y altera el propio sistema bioeléctrico.

5- El colchón es causa común de mal descanso, debes girarlo y darlo vuelta, (también pararlo para que se airee, a veces se acumulan ácaros que producen picazón e incomodidad), durante el día se recomienda no armar la cama, para que el aire penetre con facilidad. Renueva el colchón una vez por año, si fuera posible, evita sentir que duermes en una zanja.

6- Reduce sonidos y luces al mínimo, algunos prefieren que alguna claridad permanezca y otros la oscuridad total, lo que sí es necesario, es que sientas que oprimiste el “off” a los estímulos sensoriales.

Dormir acompañados

Dormir en compañía puede ser muy romántico, pero también puede traer serios trastornos en el sueño de ambos, o por lo menos, del que tenga el sueño más liviano. Si uno ronca, si la otra tiene pies muy fríos, si uno destapa al otro en medio de la noche o se explaya invadiendo el espacio ajeno, la cama puede ser más un campo de batalla que un sitio de relax.

No tema, su relación no se destruirá si duermen separados, todo lo contrario, evitará despertar enojado con su pareja, los dos lo agradecerán, compren camas individuales, incluso, si los ronquidos y demás ruidos molestan demasiado, no se apene si elige dormir en otra habitación y tener románticos encuentros de “amantes”. Lo importante es que cada uno descanse a su manera, puede ser que uno prefiera leer hasta  la madrugada, o el otro vea televisión antes de dormir, a uno le guste dormir con luz y al otro no, no tiene nada de malo tener preferencias personales.

La prioridad es lograr una buena calidad en el descanso y el respeto mutuo con ese objetivo.

 

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