¿Cómo hacer para tender la cama fácilmente?

como tender la cama

Hay un dicho popular que propone a las personas arrancar el día con el pie derecho. Independiente de cómo lo hagamos, si con el diestro o el siniestro, tender la cama es –después de lavarnos la cara- una de las primeras actividades que realizamos ni bien despiertos. En el presente artículo, proponemos algunos consejos para tener en cuenta a la hora de tender nuestra cama.

En primer lugar debemos tener en cuenta que tanto las sábanas como el colchón deben estar limpios. Para ello podemos pasar un cepillo por el colchón y en caso de que las sábanas estén algo sucias, será preciso cambiarlas por unas limpias. Así, a la noche cuando nos acostemos lo haremos en un sitio que además de bien presentado y perfectamente tendido, se encuentre pulcro por completo.

Luego de ello, si contamos con un cobertor para el colchón podemos colocarlo. Esto, al tiempo que mantener aún más limpio el sitio donde vamos a dormir nos permite incluso conservar a nuestro colchón en óptimas condiciones. Por supuesto, al igual que las sábanas y el colchón, el cobertor debe ser colocado si presenta una higiene acorde, de lo contrario, lo limpiaremos previamente.

Ahora, debemos colocar la sábana ajustable –es decir la que se ubica por encima del cobertor y sobre la que apoyamos nuestro cuerpo al dormir- a lo largo de todo el colchón de manera tal que lo cubramos por completo. Una vez estirada y alisada cubriendo toda la superficie, vamos a disponernos a extender por encima de la ella, la sábana que se ubica en la superficie, es decir aquella que recubre nuestro cuerpo al momento de dormir.

Es importante que la superficie de sábana que le sobra al colchón, quede distribuida de forma pareja entre ambos lados; de esta manera podremos terminar de tender la cama introduciendo el sobrante de tela por debajo de ambos lados del colchón. Parece un dato menor, pero por medio de esto, lograremos que la cama no se desordene tan fácilmente al momento de encontrarnos dormidos y ante posibles movimientos que hagamos entonces.

Una vez concluido este paso, podemos cubrir con su correspondiente funda la almohada y de creerlo necesario en relación al clima –si hará o no frío de noche- también podemos presentar un acolchado de manera tal que el mismo cubra por completo el colchón. El proceso es similar al que realizamos con la sábana, dado que debemos luego de cubrir la superficie, presentar el sobrante del acolchado por debajo del colchón para que no se desordene tan fácil mientras dormimos.

Para concluir el proceso, pondremos por sobre la superficie del colchón el cubrecamas. El mismo, cubrirá el colchón y su sobrante reposará por fuera de él, otorgando una estética inmejorable a nuestro dormitorio y por supuesto, a nuestra cama.

 

Sea el primero en comentar

Deje un comentario

Tu dirección de correo no será publicada.


*