Es de lo más común y suele darse muy a menudo en lo cotidiano, seguramente les ha pasado en alguna oportunidad, corremos por la casa haciendo miles de actividades, nos tiramos a descansar y nos quedamos dormidos, un llamado imprevisto, alguien que toca la puerta y nos entretiene, hasta que de pronto un fuerte olor a quemado nos vuelve a la realidad y nos sorprende con la comida quemada y una olla que necesita un tratamiento urgente para no perder utilidad.
Es muy común que con los métodos tradicionales de limpieza no se pueda lograr que la olla en cuestión vuelva a ser la misma, es frustrante y hasta puede pasar que nos den ganas de tirarla en un abrir y cerrar de ojos, pero si toman en cuenta estos consejos, ese tipo de arrebato ya no será necesario.
Una vez que recuperen la calma por el suceso acontecido que provocó un daño que creían irreversible, les propongo que tomen la olla quemada y los elementos que les mencionaré a continuación y se dispongan a limpiarla.
Les prometo éxito seguro y una olla que lucirá como nueva.
Sólo necesitaremos algunos elementos simples y fáciles de conseguir en nuestra propia cocina: agua, detergente, bicarbonato de sodio, sal, esponja y mucha paciencia…
Existen varias opciones para recuperar una olla que se ha quemado, una de ellas es utilizar para su limpieza agua y sal.
Así de simple, en primer lugar deben limpiar el artículo de la manera acostumbrada con una esponja y detergente.
Una vez que lo hayan limpiado de la mejor manera posible, procederán a cubrir toda la parte quemada de la olla con agua caliente y agregarle unas cucharadas de sal.
Deberán esperar por aproximadamente unos 15 minutos y luego de ese tiempo proceder a pasar una esponja por las partes quemadas, lavar y enjuagar.
En caso de que aún queden zonas con restos de comida quemada pueden repetir el procedimiento e inclusive hervir el agua que colocaron para lograr un mayor desprendimiento.
Otra de las opciones que encontramos para limpiar lo quemado en un recipiente que hemos llevado al fuego es cubrir con agua la zona quemada, agregar algo de detergente y llevarlo a fuego moderado hasta que hierva, una vez alcanzado ese estado lo dejarán por aproximadamente 5 minutos.
Luego de que el agua se enfríe, procederán a pasar una esponja por la zona para terminar de sacar los restos que hayan quedado.
Si tienen bicarbonato de sodio en su cocina pueden, asimismo, utilizarlo para este tipo de limpieza. Sólo hay que cubrir el fondo del recipiente con el bicarbonato, agregar agua y llevarlo a fuego moderado hasta que hierva, dejar en ese estado por 5 minutos, retirar del fuego, dejar enfriar y proceder a limpiar con una esponja y detergente.
En caso que no solo el fondo esté quemado podemos directamente agregar la medida de un pocillo de café repleta de bicarbonato de sodio, una taza y media de agua o lo que se necesite para cubrir las partes quemadas, llevar al fuego y dejar hervir por 5 minutos aproximadamente.
Luego esperar a que se enfríe y pasar una esponja, lavar bien y enjuagar.
Las opciones que expuse son todas referentes a métodos más que sencillos, con elementos que seguramente tienen en su cocina, no se dejen apabullar por el primer impulso que dicta tirar la olla a la basura, sino tómense un momento para calmarse y practiquen algunas de las opciones anteriormente explicadas, les aseguro que volverán a tener su preciada olla en perfectas condiciones con tan sólo un poco de empeño.
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