La importancia de fortalecer el suelo pélvico en el embarazo

Desde hace algunos años, se está comenzando a dar mayor importancia al cuidado de la musculatura del suelo pélvico, principalmente durante el embarazo de cara al parto.

Se trata del grupo de músculos que en forma de hamaca, se sitúan entre el pubis y el coxis.

Cierra la cavidad abdominal y sostiene la vejiga, el útero y el recto.

Si estos músculos están fortalecidos sujetan debidamente estos órganos, pero además disminuye notablemente el riesgo de desgarros durante el parto.

Durante el embarazo, esta estructura muscular debe soportar el peso extra de llevar al bebé, pero es particularmente en el parto cuando estos músculos pueden resentirse, con consecuencias para el bienestar.

Además del embarazo, son malos hábitos de la vida diaria los que lesionan los músculos como permanecer muchas horas sentadas, las malas posturas, los malos movimientos al realizar diversas tareas, el hábito de cruzar las piernas y el sedentarismo.

También afectan al suelo pélvico otras molestias como la tos crónica, el estreñimiento, estar mucho de pie o realizar algunos ejercicios de alto impacto como los aeróbicos, el tenis, la danza y cualquier ejercicio indebidamente realizado que implique esta musculatura.

De hecho, muchos dolores crónicos como los de la parte baja de la espalda, responden en realidad a una deficiencia de estos músculos. Pero en general, es mucho después del parto cuando aparecen en mayor número las molestias producidas por la lesión del suelo pélvico.

Efectivamente, una de cada tres mujeres tiene alteraciones del suelo pélvico que afectan su vida social y sexual.

Hacia la menopausia se hace más frecuente la aparición de problemas diversos por esta causa.

Entre las manifestaciones más habituales de los problemas de suelo pélvico, suele aparecer la incontinencia de orina, aunque algunos casos más severos pueden presentar también incontinencia fecal.

También es consecuencia de las falencias en estos músculos que se produce el prolapso, como se conoce a la salida hacia fuera de los órganos de esta cavidad (vejiga, recto o útero).

Si bien estos problemas son más frecuentes a partir de la menopausia, en algunos casos se presentan inmediatamente después del parto.

En cuanto al fortalecimiento de este grupo muscular, el ejercicio más simple para lograrlo es el llamado ejercicio de Keguel, que consiste en contraer los músculos como si se quisiera retener la orina.

Existen luego diversas variantes, y otros ejercicios más complejos para fortalecer estos músculos.

En la actualidad, muchos fisioterapeutas se están especializando en suelo pélvico y son los profesionales indicados para dar una orientación en este sentido.

Los ejercicios deben realizarse en cualquier momento de la vida de la mujer dados sus múltiples beneficios, pero en especial en embarazadas en cualquier etapa de la gestación, como una de las formas de prepararse para un buen parto.

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