¿Cómo estudiar cuando tenemos poco tiempo?

Los tiempos han cambiado y en hora buena, ya que quienes no han podido estudiar en su juventud retoman o inician los estudios tan anhelados, asimismo, personas que trabajan y tienen hijos también estudian, y a la par de compañeros de distintas edades pertenecientes a diversas generaciones emprenden un camino plagado de placer y, por otro lado, de obligaciones.

Para aquellas personas que trabajan, tienen hijos y además estudian, el tiempo se convierte en un valor fundamental, ya que las obligaciones se suman y los inundan, la familia, el trabajo, las entregas de escritos en la facultad, parciales, lecturas y demás.

Para no agobiarse hay que convertirse en un as de la organización, aprovechando cada minuto a favor de sus objetivos y sin dejar que el tiempo y las obligaciones les ganen la partida.

Porque un fracaso académico generalmente se relaciona con la falta de organización y no con la capacidad del estudiante. Para lograr que la misma cantidad de tiempo les rinda de una manera distinta y a su favor, hay una serie de factores o ítems de los que pueden apropiarse y así salir exitosos en cada instancia evaluativa.

En primer lugar para hacer rendir el tiempo es necesario que armen un organigrama, es decir, un cuadro donde anotarán cada hora del día con sus respectivas actividades. Luego de esto deben resaltar con un color diferente los espacios que quedan vacíos, dichos espacios serán de ahora en más los horarios en los que distribuirán las obligaciones relativas al estudio. Esto es, las lecturas de apuntes, materiales bibliográficos, realización de trabajos prácticos, etc. .

Una vez marcados los espacios para el estudio, deberán medir la prioridad de sus materias, cada uno podrá evaluar que grado de dificultad tiene cada materia y en función de eso destinará los horarios más extensos a la lectura y práctica de la misma, dejando el resto del tiempo para dedicarse a las materias que les resulten más sencillas de abordar.

Otro de los ítems para tomar en cuenta es el del espacio para estudiar, a veces, la casa está llena de gente y de ruidos que hacen que no se puedan concentrar o las mismas actividades del hogar los distraen, para evitar que el tiempo destinado al estudio se evapore sin aprovecharlo hay opciones que se pueden llevar a cabo.

Es usual que cada barrio tenga una biblioteca pública, son lugares ideales para poder estudiar ya que son silenciosos y, por otra parte, les permite tener a mano bibliografía que puede ser necesaria utilizar.

Es importante aprovechar cada momento de tiempo muerto para, al menos, leer algún apunte o libro, al estar en salas de esperas, al viajar en colectivo o subte, antes de dormirnos profundamente, en viajes cuando vamos de copilotos podemos elegir como lectura material de estudio y así volver fructífero ese tiempo.

Algo más para tomar nota, hacer cuadros sinópticos de cada tema, de esta forma en una lectura rápida se pueden reforzar conceptos y, al hacerlo, notarán cuales tienen incorporados y cuáles no. Es una manera sencilla de estudiar y, si es necesario, volver sobre lo que aún no tienen claro respecto a determinado tema.

Asimismo, las fichas son otra opción para reducir una gran cantidad de apuntes en pocas hojas, éstas contienen temas principales, subtemas y pequeñas definiciones que los guiarán en el desarrollo total del tema.

Espero decidan poner en práctica estos consejos y que logren administrar de una manera más eficiente el tiempo en función de sus objetivos de estudio. Con organización y paciencia es posible hacer que el tiempo rinda el doble.

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