Cómo los padres deben aplicar la disciplina con los hijos (Parte 2)

Ser padre es un trabajo duro, no hay duda de ello. La vida en general es caótica y algo desordenada, y el simple hecho de que somos humanos nos hace propensos a cometer errores. Nos olvidamos de las cosas, nos confundimos, perdemos la noción del tiempo, y a veces estamos tan cansados que simplemente no tenemos la energía para manejar el comportamiento difícil o desagradable que puede estar demostrando nuestro hijo. No es fácil estar al tanto de las cosas todo el tiempo, seamos sinceros.

Así que antes de pensar en tirar la toalla, aquí les presentamos algunas ideas que te ayudarán a comenzar a mejorar tu consistencia como padre en cuanto a la disciplina de tus hijos.

 

Elije qué será lo primero

Una de las reglas de oro para no fallar cuando estás probando nuevas técnicas de crianza es elegir un solo comportamiento para empezar. Existen padres que todo el tiempo están “dando un bocado más grande de lo que puede masticar” y eso consigue que realmente estén frustrados, confundidos, y desgastados.

Al intentar hacer frente a todos los problemas de disciplina que estás observando en el comportamiento de tu hijo, es probable que tus esfuerzos de atacar y cubrir todos los frentes no den fruto. Así que elege un tema específico, de alta prioridad, para comenzar con asalto, jurando completar la tarea o la hora de dormir, por ejemplo. Una vez que obtengas más consistencia en establecer y hacer cumplir los límites de un área, entonces puedes ramificarte hacia fuera y empezar a trabajar en otro. Lento pero constante ganarás terreno.

 

Utiliza diálogo interno positivo

Sé amable con tí mismo y comienza un diálogo interso acerca de lo que quieres que suceda. ¿Qué quieres que tu hijo aprenda? Pregúntate a ti mismo lo que probablemente sucederá si dejas que esas demostraciones de mal comportamiento pasen por alto “sólo por esta vez”, en contraste a tomar una respiración profunda y simplemente hacer lo que sabes que tienes que hacer. Piensa en tu objetivo a largo plazo y lo que podría suceder con el tiempo si no mantienes una línea de conducta y rigor de disciplina constante. Es por ello que se recomienda que los padres tomen un lema para sí mismos y para el padre que desean ser o el tipo de relación que desean tener con sus hijos.

 

Intenta algo nuevo

Si lo que estás haciendo no funciona, prueba algo diferente. Esto va junto con la idea de que los padres deben ser capaces de reconocer que algo no está funcionando y cambiarlo, porque las cosas no van a cambiar por su propia cuenta. Usted, como padre, es el agente del cambio.

Muchos especialistas abogan para que se le enseñe a los niños mejores habilidades de resolución de problemas y eso también funciona para los adultos. Si estás teniendo problemas para ser coherente en cuanto a la disciplina, averigua lo que está en la raíz del problema (la fatiga, culpa, confusión, falta de memoria). Llegar a la raíz del problema y llegar a un plan específico que puede ser utilizado para ayudarte a tí mismo dará mejores resultados.

 

Cuida de ti mismo

Cuidar de sí mismo significa dos cosas. En primer lugar, debes permitirte un breve descanso cuando te sientas abrumado. Date tiempo para llegar a una respuesta si tu hijo está discutiendo, peleando, o protestando. Mencióanle a tu hijo que tu no puedes contestar sus preguntas o preocupaciones por el momento. Tómate tu tiempo para calmarte y pensar en lo que quieres hacer a continuación.

También, si te sientes agotado o abrumado, hacer un espacio para un mínimo de 15 minutos para ti mismo cada día con el propósito de hacer algo que te guste que te ayuda a reducir su nivel de estrés es aconsejable. Cuidar de uno mismo también significa pedir el apoyo y ayuda de los demás. Puedes hablar con tu cónyuge y llegar a una forma sutil que puedes recordar a los demás a ser coherente.

También podría significar encontrar a alguien en tu área local a quien se puedas hablar de lo que estás pasando, alguien de apoyo que pueda ayudarte a manejar el estrés y las exigencias de la paternidad de manera más eficaz. De cualquier manera, el cuidado de uno mismo es una manera eficiente de ser un padre con autoridad, pero justo. No tienes que ceder a la presión que el comportamiento de tu hijo pone sobre tí, y no tienes que hacerlo todo solo.

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