La música como dadora de forma de las tribus urbanas

Una tribu urbana es una subcultura integrada por un grupo de personas que poseen comportamientos, costumbres y creencias similares, generalmente muy marcados. Al mismo tiempo, estos grupos sociales buscan alejarse o separarse por completo de la cultura dominante a gran escala.

Hace unos años el término se volvió un tema mediático (fue utilizado con frecuencia cuando la flogger Cumbio tuvo sus 15 minutos de fama en la televisión argentina). Sin embargo, el concepto proviene de la sociología, la antropología y los estudios culturales. Las tribus urbanas se desarrollan generalmente en las grandes ciudades. Las ideologías de estas subculturas se originan y desarrollan siempre en el ambiente de una ciudad.

Cultura grunge, Heavy Metal, Indie, Punk, Mod, Hip-Hop, Skater, Rasta, Rollinga, Rockabillie, Ska, Góticos, Mods, Darks, Hippies, Hipsters, Emos, Frikis, Otakus, Floggers, etc. Las tribus urbanas pueden abroquelarse en pandillas, bandas callejeras o simplemente agrupaciones de jóvenes que visten de forma similar, poseen hábitos comunes y lugares de reunión que visitan con frecuencia. En definitiva, el rasgo común es que los individuos se reúnen voluntariamente por el placer de estar juntos o en la búsqueda de lo semejante.

La música es el elemento que unifica y cohesiona a las distintas tribus urbanas de las grandes ciudades de los países de todo el mundo. Los estilos musicales que son más propensos a ser utilizados como base para grupos de jóvenes o adultos que crean una cultura propia a partir de ellos son aquellos que se destacan por su mezcla de melodía, ritmo y/o letras con una visión particular del mundo que los rodea.

Las temáticas abordadas (o el punto de vista) de los conjuntos y solistas pilares de cada tribu urbana sobre cuestiones sociales, políticas y hasta filosóficas se vuelven elementos que atraen a nuevos adeptos a un estilo determinado de música. La cohesión se completa por medio de un proceso de amalgamiento de costumbres y movimientos típicos, la mayoría de las veces adoptados a partir de gestos y manierismos de miembros de una banda o el cantante admirado.

Los miembros de las tribus urbanas no se consideran meros “fanáticos” o seguidores de un estilo musical determinado; en realidad se ven a sí mismos, casi sin excepción, como practicantes de una forma de vivir que consideran la mejor, ya sea por ser más “verdadera” o aceptable que aquella que la mayor parte de la sociedad les ofrece de manera abierta o sesgada.

Si bien puede compararse la conjunción activa de creencias y comportamientos que tienen miembros de una tribu urbana con los de los fieles de numerosos dogmas religiosos, una diferencia muy atendible en el grueso de los miembros de la primera es que estos no desean “convertir” ni convencer a todo hombre y mujer de que deben comportarse como ellos. Todo lo contrario: los miembros de las T. U. eligen su gusto musical, su forma de vestir, el comportamiento y hasta cierta forma de pensar (ideas) que ésta conlleva buscando, en primer lugar o principalmente, el poder distinguirse y separarse de una gran parte de la sociedad en la que se encuentran.

La cuasi-cosmovisión que adquieren y sostienen, con su ya construida –pero dinámica- forma de entender y ver su entorno, es lo que lleva a los seguidores de las tribus urbanas a sentirse diferentes o, tal vez, únicos.

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