Padres adolescentes: falta de información y exceso de estimulación

Hace algunas décadas, comenzó a verse, niñas de alrededor de 15 años, embarazadas, o parejas muy jóvenes cargando bebés. El hecho produjo cierta alarma y desde el estado se implementaron algunas tibias medidas, tales como incluir la educación sexual en las escuelas secundarias, generar planes de prevención sanitaria en centros de salud y hospitales y algunas más.

Sin embargo, creo que en cierta manera, estas medidas llegaron tarde, los adolescentes tienen más que suficiente información sobre la sexualidad desde una edad temprana, tal vez, desde los 10 u 11 años.

En realidad, no se trata de información, sino de formación. Y la formación es mucho más amplia, que el hecho aislado de transmitir contenidos desde el frente de un aula. La formación incluye necesariamente a varios actores, la escuela es una sola pata de la mesa, el medio social, el medio familiar y  la interacción entre todos, son las otras tres patas, necesarias para darle al adolescente una base.

La familia incomunicada

El aislamiento familiar de los chicos, comienza cada vez más temprano, los padres están ocupados en la supervivencia del grupo, los maestros hacen una tarea básica, muchas veces poco personalizada. Y los adolescentes se hallan super estimulados en cuanto a erotismo y sexualidad.

El embarazo, los enfrenta con una realidad que no imaginaron. Sin tener el tiempo necesario para tomar conciencia, ya se encuentran con una responsabilidad, para la que ciertamente, no están preparados. Nadie lo está en realidad, pero en la adolescencia son demasiados los factores simultáneos que se encuentran en maduración y sobre todo, en crisis.

El adolescente está buscando su identidad, gestando apenas sus herramientas emocionales, para la vida futura. No se encuentra en buena posición para semejante cambio. De hecho, muchos optan por dejar que los abuelos críen a sus hijos, y los que no, deambulan con sus pequeños, intentando que no se altere demasiado su vida social. Se los ve en festivales de rock, con sus cochecitos, son demasiado jóvenes  y quieren disfrutar de lo que es propio a su edad.

Riesgos de crianza

Y hasta ahora, no hemos hablado de los niños nacidos de estos padres, que más bien parecen hermanos mayores. Niños que son educados con las pocas reglas que los adolescentes pueden aceptar, crecen compartiendo con sus padres, ámbitos sociales que, tal vez, no proveen las pautas de comportamiento e información útiles, para el desarrollo de un pequeño.

Si la familia está apoyando el proceso, entonces todo puede salir mejor, el afecto, el respeto mutuo, pueden dar al niño un entorno saludable. Por otra parte, el apoyo de las instituciones a la familia del adolescente, completará el circulo de contención.

 

Nuevas formas de prevención

Debemos comprender que el mundo emocional del adolescente sufre un gran sismo, la sociedad debe buscar maneras de contenerlo, no existen culpas unilaterales, al fin de cuentas, los chicos se desarrollan en la sociedad que los adultos construimos.

También es nuestra tarea, descubrir nuevas herramientas de prevención que se adapten a la adolescencia actual, a través de una comunicación efectiva, no formal. Por ejemplo, sería de utilidad que los papas adolescentes, dieran charlas sobre la responsabilidad que debieron asumir al procrear, y los grandes cambios que sufrieron sus vidas. De esta manera, la comunicación sería horizontalizada, recordemos que a esa edad, las informaciones que llegan desde la verticalidad de los adultos, son naturalmente cuestionadas, restando efectividad a la acción.

Esperemos que en unos años, se vean menos papás adolescentes, y más jóvenes  buscando un futuro, con salud emocional y conciencia social.

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